Cuando llegue el resto de la verdad
Es necesario tener mucha paciencia y esperar que llegue de Brasil toda la información ofrecida para saber cuánto vale en realidad. Tiene que ser información nueva, porque esa es la razón de ser del acuerdo. Sin ella, el acuerdo no tiene sentido.
Se desprende de esto, entonces, que el Perú debe firmar ese famoso acuerdo sí o sí. Es una decisión política. Pero basada en el entendido de que hay una verdad que le es indispensable conocer al país, cuyo mérito justifica plenamente la difícil decisión política.
El acuerdo es, entonces, virtualmente un contrato. Supone una contraprestación. Esa contraprestación tiene que estar a la altura de lo que el Perú concede, debe tener la relevancia necesaria no solo en la balanza del Poder Judicial, que es lo que se discute ahora como si fuera la última palabra, sino sobre todo de su juez último: los peruanos.
Porque lo que se concede no es poco: que la empresa brasileña pueda seguir operando en el Perú. Esto es lo principal porque es cualitativo. No hay grados en esa decisión: es o no es. Hay, además, consideraciones cuantitativas menos relevantes, como la reparación civil, por ejemplo, una relativamente leve. Pero el contrato no es sobre más o menos dinero. Es sobre cuestiones de principio: la empresa puede seguir operando en el Perú si y solo si, y porque revela el resto de la verdad.
Por eso las opiniones que la prensa ventila con aspaviento, sobre si firmar o no, o sobre si se presiona al Poder Judicial, están de más. Solo firmando sabremos el resto de la verdad y si es la contraprestación que el contrato supone.
Si no lo fuera, en cambio, si hubiera un virtual incumplimiento de contrato, estaríamos ante una estafa. El Perú, entonces, como Estado soberano podría eventualmente denunciar el acuerdo y proceder como crea conveniente respecto de la continuidad de la operación de la empresa en el país.
Las discusiones actuales son en su mayor parte política menor, irrelevante o innecesaria. Sabremos a qué atenernos solo cuando conozcamos el resto de la verdad.