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César Gutierrez Peña

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Los prejuicios y las obsesiones son parte de la identidad del gobierno de Pedro Castillo, cuentan entre otras: la hispanidad, el referente boliviano, las clases medias, las multinacionales y las industrias extractivas, donde la minería y los hidrocarburos, en particular el gas, son parte de la letanía del discurso oficial.

Independiente de lo que decidan las bancadas en el Congreso ante la presentación del gabinete presidido por Mirtha Vásquez, soy un convencido que no genera confianza alguna, por más que las formas hayan cambiado, del estilo confrontacional de su antecesor Guido Bellido a mejores maneras de la premier actual.

El sábado pasado se publicó en el diario El Peruano, el Decreto Supremo 164-2021-PCM, que establece la “Política General del Gobierno para el periodo 2016-2021”, que es una formalidad exigida por una norma legal del año 2018.

Me sorprende el candor con el que líderes gremiales empresariales y algunos agentes económicos han tomado los cambios en el gabinete ministerial, con capitoste incluido, pasando del lenguaraz provocador, Guido Bellido, a Mirtha Vásquez, de mejores formas, pero de orientación política muy cercana a la de su antecesor.

En los últimos ocho días el gobierno ha puesto en marcha todos los ofrecimientos que hizo en campaña electoral: renegociación de contratos-ley, nacionalización de recursos naturales y segunda reforma agraria; manejando en vía paralela a través del partido Perú Libre, la recolección de firmas para un referéndum que devenga en la convocatoria a una asamblea constituyente.

El anuncio conminatorio del premier Guido Bellido a negociar el “contrato de Camisea”, causó revuelo el domingo pasado por la mañana; sonó a: “aceptas mis condiciones o te expropio”. Por la tarde, Pedro Castillo salió con mensaje supuestamente tranquilizador: “se negociará con respeto irrestricto del Estado de derecho”.

Al reciente arribo a Washington de la delegación peruana, para la participación del mandatario Pedro Castillo en la sesión del Consejo Permanente de la OEA y la Asamblea General de las Naciones Unidas; el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Pedro Francke, declaró a la prensa: “voy a hablar con inversionistas de todo el mundo para que vengan a Perú”.

La participación de las empresas en las bolsas de valores es una vía para obtener financiamiento alternativo al sistema financiero; se consigue capital sin deuda, a cambio de una participación en el accionariado.

El mandatario Pedro Castillo, en menos de 40 días de gobierno nos muestra algunas características que no son comunes, ni al ciudadano de a pie, ni al político de oficio; una de ellas, es la impermeabilidad selectiva de grado 2.

Desde el Gobierno se han venido haciendo diversos anuncios sobre futuras acciones en el sector energético, desde el precio del gas licuado de petróleo (GLP), pasando por la masificación del gas natural (GN), llegando hasta la intervención de Petroperú en la actividad exploratoria.

La semana pasada causó preocupación en el Gobierno el precio del gas licuado de petróleo (GLP), que llevó a que Pedro Castillo hiciera el anuncio que iban a haber sorpresas sobre el particular en los próximos días. Las alarmas se encendieron; se temía que volviésemos a los controles de precios de los 80.

No debe llamar la atención que se ponga al debate la propiedad de los recursos naturales (RN), es un tema de vieja data que no solo se reclama desde la posición política de izquierda sino también de derecha. Los primeros para que sea asignada al Estado y los segundos para que se otorgue a los propietarios del suelo que en el subsuelo los posean.

Con melosos mensajes, Pedro Castillo y su Ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, vienen repitiendo que buscan generar confianza en los agentes económicos; pero para ponerle el sabor agridulce que tienen muchos de los potajes de nuestra gastronomía; el Premier, Guido Bellido, ha declarado el fin de semana que el gobierno tiene interés en participar como empresario en el sector de gas na

Luego de la juramentación simbólica a la Presidencia de la República, de Pedro Castillo, en la Pampa de la Quinua, en la región Ayacucho; se refirió a la rebaja del precio del gas, se supone el gas licuado de petróleo (GLP) y de la electricidad. Anuncio que genera inquietud sobre la forma en que piensa lograrlo.

Hay una gran expectativa de los actores locales y extranjeros de lo que ocurrirá con la economía en el gobierno que iniciará Pedro Castillo. El discurso de campaña de él y del partido que lo cobijó, Perú Libre (PL), fue el típico del antisistema: nueva constitución y mayor participación del Estado en las actividades económicas.

Estamos a escasos días del inicio de un nuevo periodo gubernamental y es altamente probable que Pedro Castillo sea el próximo mandatario, que iniciaría su mandato en una polarización en dos vertientes: “comunistas” y “anticomunistas”, aunque muchos de los que se alistan en uno u otro bando, no saben lo que significan las acepciones.

En cinco actos a realizarse en los próximos 45 días, se definirá el futuro inmediato del país: proclamación presidencial, elección de mesa directiva del Congreso, juramentación del presidente y mensaje a la nación del 28 de julio, juramentación del Consejo de Ministros y voto de investidura del gabinete ministerial.

La posibilidad de que Pedro Castillo (PC) sea proclamado Presidente de la República ha generado pavor en sectores empresariales -aunque algunos ya coquetean con él furtivamente- y de ciudadanos que por la prédica que el “comunismo” se apodera del Perú, se han sumado en la campaña que pide nulidad de las elecciones y “auditoría” de la OEA.

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