Voluntarismo gubernamental de reformismo del sector energético

Desde el Gobierno se han venido haciendo diversos anuncios sobre futuras acciones en el sector energético, desde el precio del gas licuado de petróleo (GLP), pasando por la masificación del gas natural (GN), llegando hasta la intervención de Petroperú en la actividad exploratoria. Es importante interactuar en el debate de la orientación que piensa darle el Gobierno, que no me parece apropiada.
En el caso del GLP, hace una semana se hacía el anuncio desde el Ministerio de Energía y Minas, que se le incluiría en el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC); advertí que si se cumplía con la promesa que hacían de reducir el precio en 10 soles, por lo menos en los próximos 30 días significaba acumular como anotación a favor de las empresas, la suma de 160 millones de soles, y que se tenía como agravante, que los pronósticos señalaban que se esperaba que el precio internacional se incrementaría sostenidamente hasta el año 2022.
En la presentación del provocador premier Guido Bellido en el Congreso, se viró y se refirió a incrementar a los beneficiarios del Fondo de Inclusión Social Energética (FISE), Todo indica que, en Economía y Finanzas, hubo oposición de ingresar el GLP al FEPC por afectar la caja fiscal, lo que es correcto; sin embargo, se deja desguarnecido a la mayoría de ciudadanos, porque el FISE está focalizado solamente en el nivel socioeconómico E.
La masificación del GN es una monserga repetida durante los últimos 17 años, como la panacea para ofrecer un energético de bajo costo de uso masivo. La realidad es que la inversión para que se universalice el servicio resulta onerosa, estamos hablando del orden de 23 US$ mensuales por consumidor, en un horizonte de 20 años. Las cifras señalan que no es una solución y que hay que empezar a profundizar en la propuesta de Osinergmin de utilizar electricidad como sustituto del GLP, el “balón eléctrico” se ha empezado a llamar.
Finalmente, en el caso de Petroperú, lo primero que deben hacer en el Gobierno es indagar cuánto se requiere para culminar la modernización de Refinería Talara y cómo se van pagar los 4,000 millones de dólares de deuda de largo plazo que se tiene; luego, recién pensar en nuevas tareas a encargarle.

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