El sociólogo Javier Díaz-Albertini, en su habitual columna de la sección editorial del diario El Comercio, ha ensayado una férrea defensa de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) caviares, apelando a una encuesta que examina percepciones de los peruanos sobre dichas instituciones en general –la cual considera “positiva” aunque apenas alcanza solo 38.9 %– y añade que esto se da pese a “tod
César Campos R.
Periodista Profesional y colegiado, egresado de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Con más de 35 años de experiencia como director y editor de diversas publicaciones nacionales, director y productor de programas radiales y de TV.
Esta semana el gobierno deberá aprobar y hacer pública una propuesta técnica que determina el aumento de la Remuneración Mínima Vital (RMV). Según lo anunció el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Fernando Varela. Dicha iniciativa será sometida al revitalizado Consejo Nacional del Trabajo (CNT) a fin de que obtenga consenso entre las partes sindical y empresarial.
El caso de Mila –una niña de 11 años abusada sexualmente y embarazada por su padrastro en Iquitos– reabrió un tema postergado de manera sistemática del debate y aplicación de políticas públicas: el aborto terapéutico.
La sombra de corrupción que cayó la semana precedente sobre el mandatario de Colombia, Gustavo Petro –la cual amenaza convertirse en una larga noche tormentosa para el ejemplo de “decencia” y “ética” de la demagógica izquierda latinoamericana–, confirma la enorme ventaja concedida por las herramientas de la tecnología moderna a la justicia.
A la luz de una experiencia ganada en la lectura política y el ojo puesto sobre los desempeños presidenciales en cuanto a discursos de fiestas patrias, suscribí en mi columna anterior la esperanza que el de la presidenta Dina Boluarte este año –el primero de su gestión– fuera breve, austero en autoelogios o listados de goles, y debía dibujar el empedrado camino que nos aguarda para ver luz al f
Quienes fuimos partícipes de la exitosa jornada de protesta y paro nacional el 19 de julio de 1977 –en mi caso, siendo estudiante universitario– contra el régimen militar dirigido por Francisco Morales Bermúdez, no podemos menos que echar un ojo de conmiseración a lo ocurrido en la misma fecha 46 años después, en el marco de la autodenominada “Toma de Lima”, enunciado hiperbólico y falaz que lo
Un encadenamiento de opiniones y noticias viene reforzando la perspectiva trazada en esta columna respecto a la que, sin duda alguna, será la obra de Infraestructura más importante para nuestro país en el lapso del primer medio siglo del nuevo milenio.
Como muchos que lo conocieron o siguieron su prédica frontal contra el comunismo autoritario y hambreador de pueblos, lamento la muerte de Carlos Alberto Montaner cuya poderosa inteligencia y cultura liberal ilustró a varias generaciones de habla hispana.
Soy de quienes adhieren al concepto de que el Perú colonial y republicano siempre fue un país de corto plazo. Que la inmediatez y la satisfacción de los apetitos contingentes dominaron el sistema de toma de decisiones por encima de los planes o proyectos con visión de futuro.
Culmino la lectura de la última obra del ex canciller y ex presidente del Congreso, Luis Gonzales Posada, la cual lleva por título “1923: EL COMIENZO” y que narra la prehistoria e historia inicial de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) cuya versión nativa, el Partido Aprista Peruano, fue determinante en nuestra vida política durante 80 años.
Tal el título de las funciones que este último fin de semana presentó nuestro más notable comediante e imitador, Carlos Álvarez, en un local del distrito limeño de Barranco, celebrando sus 40 años de vida artística.
Es moneda común entre sociólogos y politólogos académicos aludir a “las élites” económicas, políticas y sociales como actores de un proceso donde su voz y participación –el calificativo lo sugiere– tienen un lugar de privilegio e imperio.
Como todo incidente que afecta la vida cotidiana de cualquier persona, el hundimiento del terreno donde se ubica el centro poblado de Peralvillo, Huaral (a 80 km norte de Lima), el cual provocó daños de consideración a 18 viviendas, conmueve y genera pedidos de explicaciones.
Angustiante y patético el ciclo que nos ha tocado vivir desde la caída del delincuente Pedro Castillo tras el intento de golpe de Estado del 7 de diciembre 2022. Resultaba previsible que nuestra debilidad institucional y el ingrediente atomizador de una pandemia con efectos económicos, sociales, morales y hasta psicológicos, dibujara un escenario turbio para el futuro inmediato del país.
El pasado 19 de noviembre, fui uno de los presentadores del libro Historia de una difamación, escrito por el periodista Miguel Ramírez con la colaboración de José Rosales.
Hubo molestia fundamentada y estentórea cuando se conoció que reemplazaría a José Tello Alfaro en la cartera de Justicia el pasado 23 de abril.
Hace pocas semanas aludí en esta columna a las diez plagas de Egipto, episodio legendario que se encuentra consignado en textos bíblicos y el cual sirve de referencia para graficar el asalto de fatalidades simultáneas a un pueblo o nación. El Perú, desde hace 7 años, tenia todos los boletos de la tragedia en las áreas política, social, sanitaria, económica y climática.
Muchos recordamos aquella frase infeliz y populista que lanzó el presidente Pedro Pablo Kuczynski en Puno, apenas a diez días de haber asumido el mando supremo de la nación: “Aquí estamos por una razón simple, queremos apoyar a Puno y queremos que sea próspero.