Votar simbólicamente

La democracia es el gobierno del pueblo. No es buena propaganda si por ella muchos prontuariados pueden ser elegidos por millones. A la gente parece importarle poco la calidad o las ideas destructivas de su candidato. En América el inexplicable Boric, Petro, Castillo, Chávez, Lula, Evo... personifican ese “voto a sabiendas del vacío”.
Bodrios que son elegidos, protosátrapas, malhechores tras un botín, patrimonialistas autoritarios. Por tal razón conviene redefinir la democracia, ya no como elección de masas, sino como Estado de Derecho y vigencia de derechos; pero la democracia es también cultura política, y ella se mide en la elección. En Lima los “antifujimoristas” prefirieron un ideario totalitario suicida. Ser culturoso en Humanidades no asegura el buen discernimiento político. El sur se incendia con cualquier radical, poco importa si el Perú se convierte en un infierno.
¿De qué cultura política hablamos? En Alemania un partido totalitario es declarado inconstitucional, aprendió a construir una cultura política tras el nazismo. En el Perú poco importa si el partido es nazi o comunista o si el candidato es violador, asesino, asaltante. De hecho, los partidos no tienen filtros. Hay 1,403 candidatos a elecciones municipales y regionales con antecedentes judiciales. Apostaría a que varios de ellos serán gobernadores y alcaldes a sabiendas del elector.
La cultura política y la cultura general poca relación tienen entre sí. Miremos sino a Argentina y su casta política, la que tornó a un país liberal próspero y culto en un modelo de crisis permanente; pero también sin educación se vota mal, en muchos pueblos del Ande la violencia verbal capitaliza odios y votos.
Así, el domingo Lima no se juega una municipalidad. Será una medición política. El juego no es por una propuesta, es saber cuán mal seguimos, pues es una lid entre el adversario de Castillo (López Aliaga) y los aliados de Castillo (los demás). Podemos (Urresti-Luna), Somos Perú (Forsyth), Alianza por el Progreso (Chehade), Juntos por el Perú (Alegría)... avalaron en el Congreso a Castillo al impedir su vacancia, colocando a la patria en el despeñadero. Al margen de si la democracia puede ser boba por falta de cultura política, lo racional desde el contrapeso al poder central es castigar al castillismo y directamente a sus partidos aliados impidiéndoles gobernar la ciudad.
La democracia es gesto y estrategia, es más que un asunto vecinal. Hagamos política con el voto, decorar la casa es lo menos urgente en esta hora crítica.

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