Villa Maria del Triunfo: cuando la justicia llega tarde, pero debe llegar firme
En Villa María del Triunfo, uno de los distritos más golpeados por la pobreza en Lima, se ha destapado un caso que duele en lo más profundo de nuestra conciencia: un adulto mayor, plenamente identificado como ALEJANDRO CASTILLO, fue acusado de violar a dos perritas indefensas. Las imágenes y testimonios son tan escalofriantes que no dejan margen para la duda sobre la gravedad de los hechos. Hoy, el Ministerio Público ha decidido tomar el caso de oficio. Bien por ello, porque la inacción frente a actos de crueldad sexual contra animales sería una ofensa no solo a las víctimas —sí, víctimas— sino a la sociedad entera. La Ley N.° 30407 y el artículo 206-A del Código Penal son claros: este tipo de violencia es delito y merece sanción penal. Que el agresor sea un adulto mayor no borra la brutalidad del acto ni la necesidad de que la justicia actúe. Pero hay un aspecto que no podemos ignorar: el costo de la prueba pericial (médico forense veterinario) cobró 350 soles por cada animal para realizar el examen, un monto que, para la mayoría de familias de esta zona, es simplemente inaccesible. Aquí surge la pregunta incómoda ¿es aceptable que, en casos de alto interés público y en distritos de alta pobreza, la justicia dependa del bolsillo de las víctimas o de quienes las rescatan? La respuesta debería ser obvia ¡NO! El acceso a la justicia animal no puede convertirse en un privilegio económico. Si el Estado reconoce que los animales son seres vivos con sensibilidad, protegidos por ley, entonces debe garantizar que las pruebas necesarias para procesar a los agresores se realicen sin poner una barrera económica imposible de superar. Un exámen forense veterinario en un caso de violación no es un lujo: es una prueba clave para condenar. Este caso nos obliga a mirar de frente la doble deuda que tenemos como sociedad. Por un lado, con los animales, que siguen siendo víctimas silentes de abusos atroces. Por otro, con las personas que, sin tener la obligación, desean asumir la defensa legal sin costos y el dolor de denunciar y buscar justicia célere y eficaz. Por ello hay algo que no podemos dejar de cuestionar: hubieron personajes que teniendo visibilidad y espacio en el caso, nunca interpusieron la denuncia penal en su momento, tal ves solo apuntaban a cobertura mediática o por su falta de conocimiento pensaron que el caso avanzaría solo, sabemos -porque lo vemos todos los dias, que en el Ministerio Público el tiempo corre más lento y en esos días, semanas o meses ¿ quién piensa en las victimas? ¿Quién se preocupa por el dolor que siguen sintiendo esos animales y por la impunidad que gana terreno? Que el Ministerio Público actúe de oficio es un paso. Pero no será suficiente si no se acompaña de una reforma que asegure peritajes gratuitos o subvencionados en casos de maltrato y abuso animal. De lo contrario, seguiremos enviando el mensaje de que la justicia está en venta, y que la crueldad, cuando se ensaña con los más vulnerables, todavía puede salir barata. No olvidemos : una sociedad que tolera la violenciua contra los animales , abre la puerta a la violencia contra todos. Y en Villa María del Triunfo, la puerta ya se abrió. Ahora nos toca cerrarla con JUSTICIA. INSTAGRAM : @heydicandelafeijoo_abogada
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