Tres recomendaciones
Cual petición de principio, seguimos creyendo que en la actual coyuntura política el Gobierno de turno es el menor de los males salidos del ánfora de Pandora y que dependerá de éste acertar más y errar menos en la gestión del Estado a fin de llegar hasta el 2026. Mientras se dé este escenario lo que corresponde a tirios y troyanos debiera ser contribuir a afirmar el Estado Constitucional y Democrático de la República. En esa dirección, ahí va un trío de recomendaciones.
Vista la absoluta falencia de la estrategia comunicacional de doña Dina, Palacio ha estrenado un vocero que denomina presidencial que algunos despistados lo ven al estilo del de la Casa Blanca estadounidense. Error. En EEUU, los voceros oficiales lo son de cada Departamento del Ejecutivo y sobre los asuntos que competen a su administración, y el Presidente –salvo contadas excepciones– es el que se dirige al país y no a través de un intermediario como hace aquí el flamante designado. Para remate, éste mete la cuchara en materias que tocan a la Primera Mandataria cuando no a un Ministro. La verdad, sugerimos una revisión que bastante le convendría al Jefe del Gabinete quien es, constitucionalmente, el portavoz gubernamental autorizado.
Ha empezado el cargamontón contra el próximo viaje presidencial a la República Popular China insólitamente anunciado por el titular del MINAGRI –alegando la posibilidad de la exportación de carne– y no por el Canciller a quien le tocaba. Con la situación tan movida –por no mentar turbia– el periplo no parece muy oportuno. Sin embargo, ya que todo indica que esta invitación oficial fue promovida por el propio Ministro de RREE cuando estuvo por Beijing y el Presidente chino será la estrella de la Cumbre de la APEC que se celebrará este año en nuestro país, la denegatoria del permiso de viaje por el Congreso sería un desatino supino.
Finalmente, el Fiscal de la Nación interino ha manifestado que demandará ante el TC la inconstitucionalidad de varios Decretos Legislativos que dan mayor participación a la Policía Nacional (PNP) en la etapa de investigación de los delitos por cuanto “vulneran” las competencias del Ministerio Público. Esta es una excelente oportunidad para que el máximo órgano de control de la constitucionalidad ponga las cosas en su sitio a la brevedad. Si bien los Fiscales son los titulares de la acción penal, la mala experiencia que se tiene y sufre frente a la creciente inseguridad ciudadana y la criminalidad generalizada exige una mayor intervención técnica de la PNP en la etapa procesal inquisitoria. Salvo mejor opinión. ¡AMÉN!
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