Tantas veces Martha
Hay un video que recuerdo y que he compartido muchas veces en clase cuando hemos hablado sobre las lenguas originarias. Se trata del pasaje de un noticiero donde, al salir del Congreso de la República, luego de presentarse un proyecto de ley para la preservación, uso y difusión de las lenguas aborígenes, presentado por un grupo de parlamentarias nacionalistas, se generó la pugna entre Paulina Arpasi y Martha Hildebrandt, ya que esta dijo que “el proyecto de ley no sirve para nada”. Imaginen el siguiente acalorado escenario, propio del Congreso de la República, seguramente. Martha Hildebrandt, ante la pregunta de la reportera dice, refiriéndose a Paulina: “Ella no sé que obra intelectual tenga, pero yo tengo 30 o 40 libros citados y traducidos […]. Eso es de gente que no tiene la capacidad intelectual. Imagínese, yo he sido subdirectora general, no del Perú, de la Unesco a nivel mundial y ella me va a enseñar educación, no pues, cada uno en su sitio”. Ante ello, Paulina le dice que ella es indígena y es abogada y también tiene publicaciones. Martha responde: “Abogados hay por montones y pésimos también […]. Yo tengo 10,000 ejemplares de El habla culta”.
Martha era así, directa, pero también soberbia, lo cual no desmerece para nada su capacidad y su aporte a la cultura. Incluso, acá hay que deslindar el aspecto político. Ello es un tema aparte, por cierto. En la misma entrevista, más adelante dice: “Yo puedo hablar con mis iguales en el Congreso y de lingüística en la Academia de la Lengua. Soy la única mujer en la Academia de la Lengua, pero ella no sabe nada de lingüística”. Finalmente, luego de varios entredichos, sentencia Martha: “Así soy de soberbia, pues”.
Martha ha fallecido el jueves 8 de diciembre, aproximadamente a las 2 de la tarde. Hasta ahora no hay mucha información ni detalles sobre ello. Lo que sí es cierto es que, en situaciones como esta, quizá sea necesario separar a la Martha Hildebrandt lingüista de la Martha Hildebrandt persona, aunque muchos digan que es un proceso imposible, ya que muchas veces se conjugaron de manera inseparable. Entonces, queda recordarla, como ya hemos dicho, más allá de su accidentado paso por el Congreso y su posición política, por su contribución a la educación, ciencia y cultura, tal como fue condecorada en el 2013 por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Se ha ido Martha Hildebrandt a los 97 años y queda recordarla así, simplemente.
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