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Talara, Talara porque eres tan cara

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Fecha Publicación: 30/10/2022 - 22:15
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Como si fuera ayer, recordamos que la dupla Pedro Francke y Humberto Campodónico se presentaron en sociedad “como los guardianes de la estabilidad económica” (El País y otros). Dios es peruano porreaba la barra brava, que extrapolaba para tal dupla los vitoreados goles de Jefferson Farfán y Paolo Guerrero. Sin embargo, con escasos minutos con la blanquirroja, ambos desfallecen políticamente con sendos “decretos de urgencia”: en el caso de Francke: el DU 102-2021 por S/ 520 millones que asigna, sin licitación, 133 contratos entre los amigos del “gabinete en la sombra” de Pedro Castillo y en el caso Campodónico: el reciente DU 023-2022 por S/ 4,000 millones (US$ 1,000 millones) de aporte a Petroperú para intentar salir del irresponsable desabastecimiento de combustibles.

Con voz trémula, el expresidente de Petroperú confiesa: “En los 50 años de Petroperú, no habíamos visto una crisis de iliquidez… Por eso Fitch nos quitó el grado de inversión y profundizó los problemas” (RPP 27/10/22). En realidad, en 50 años Petroperú no había exhibido un pasivo de US$7,500 millones como ahora.

Esta crisis en plena temporada de Halloween, no deja margen para no rememorar la célebre novela de Mary Shelley, en la que Víctor Frankenstein da vida a una criatura de 15 metros que se torna incontrolable. Campodónico, como el napolitano, creyó que podía dar vida a un oneroso ente: una refinería último modelo. Descartando opciones más sensatas como: un programa para disminuir el azufre de los combustibles, como el de la Refinería La Pampilla (US$ 700 millones), sumando la modernización de la refinería (que ampliaría en 46% la producción), a un costo de US$ 1,711 millones (Campodónico 24/5/12). Y ahora, luego de una década de retrasos, en los que no se descarta más de una trapacería, tiene un costo real que sobrepasa fácilmente los US$6,000 millones, lo que ha generado un gigantesco endeudamiento, con lo que el drama ha terminado como en la novela: el engendro llevó a la muerte (política) de su creador.

El retorno de Campodónico a Petroperú se dio luego de la frustrada compra de biodiésel, pero la primera rebaja de la calificación de los bonos de BBB- a BB+ (15/3/22) se veía venir porque Fitch había degradado los Bonos del Perú en el 2021, gracias al ascenso de Pedro Castillo. No obstante, la luz roja sorprendió el lunes 6 septiembre a Campodónico en el MEF tomado de la mano con el ministro Kurt Burneo, en plena preparación del aguinaldo, cuando Fitch rebajó a basura los bonos de la petrolera, debido a que se había quedado sin caja para operar.

El exviceministro de Hacienda, Luis Arias Minaya señala: “el monto total del forado conocido hasta la fecha es de US$2,250 millones (1% del PBI). Es un hueco que tiene el flujo de caja... Petroperú ha quebrado”, aludiendo a los aportes del Tesoro, agregando “parte del problema es que no sabemos el tamaño real del forado”.

Iluso, el padre de la criatura promete que el soplo de la vida le llegará antes de las navidades (15/12/22). Es verdad, que operando al tope la nueva refinería podría procesar 34 millones anuales de combustibles, que en el mejor de los casos podría aumentar los ingresos en US$ 500 millones. Pero, para una empresa que factura US$6,000 millones y que registra utilidades de apenas US$106 millones (2021) no es suficiente. Nadie espera para un Ferrari con los ingresos que le reporte hacer taxi.

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