Sobre la aparición de las generaciones
En un artículo publicado en ABC, Juan Pablo Fusi (2008) cuenta que, en una ocasión, la escritora estadounidense Gertrude Stein le dijo a Ernest Hemingway que todos son una generación perdida. Tal como lo narra Fusi, “Stein, que apoyó decididamente a los jóvenes escritores norteamericanos como Hemingway, expatriados en el París de la década de 1920, tomó la expresión del dueño de un taller parisino que, al ver la torpe reparación que del automóvil de la escritora había hecho uno de sus mecánicos, reprendió a este diciéndole que todos eran une génération perdue”. La anécdota cuenta, además, que Stein, al relatarle la historia a Hemingway, insistió repitiéndole que eso eran ellos, que todos los jóvenes que habían servido en la guerra, todos eran una generación perdida, una que no respeta nada y que los estaba matando el alcohol.
La anécdota, precisamente, es oportuna para ver cómo en Stein la idea de esa generación de jóvenes sobrevivientes de la guerra, que en algún momento fueron ensalzados, terminaría siendo vista de una manera diferente. Claro está, salvando las distancias con autores como Hemingway, cuya genialidad traspasó esos calificativos. Además, reorientó la categoría, ya que la generación perdida tomó la significación del espíritu de aquellos escritores expatriados y que fue bien representada en su novela Fiesta (1926), resignificando, precisamente, el calificativo de Stein.
Han pasado muchas décadas desde entonces y han sucedido una serie de generaciones en el mundo. La necesidad de nombrar a un grupo de individuos parece ser una necesidad que la sociedad reclama, ya que permite situarlos en un espacio y en un tiempo. Y, precisamente, adquieren un nombre por el tiempo en que aparecen cada cierta cantidad de años, que puede ser 15 o 20 años, como lo señala el Pew Research Center (2020), cuando agrupa a las generaciones que han aparecido en intervalos de años: Silent (1928-1945), Boomers (1946-1964), Generación X (1965-1980), Millennials (1981-1996), Generación Z (1997 en adelante).
Sin embargo, existen otras posibilidades de establecerlas y ello responde a cambios profundos que dicha generación haya forjado en el contexto histórico. Siguiendo esa idea, no podría existir una mención universal, sino que cada lugar podría establecer sus propias generaciones, según los acontecimientos históricos que hayan marcado el devenir de su historia. La situación se torna compleja. Visto de esta manera, no podríamos hablar de las mismas generaciones, sino de situarse en el contexto para recién poder tentar una clasificación posible.
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