Rompecabezas congresal
Eso tendremos a la luz de los resultados que arroja el conteo rápido extraoficial de los comicios legislativos celebrados el domingo. El nuevo mapa congresal es más bien un complejo y sorprendente rompecabezas compuesto hasta por unas diez bancadas heterogéneas ideológica y políticamente que demandará el acuerdo y la búsqueda de consensos mínimos entre ellas para no caer nuevamente en el pandemónium que provocó la disolución del anterior. Si ayer tuvimos una mayoría aplastante que degeneró en un suicida conflicto de poderes, hoy contaremos con un Parlamento fragmentado y poco previsible que no invita al necesario optimismo nacional de cara a las elecciones generales del 2021. Pero es lo que hay y es responsabilidad de todos.
Aunque se trata de un Poder Legislativo de transición, con menos de año y medio para sus tres legislaturas, éste resulta crucial para intentar asegurar las indispensables reformas en materia del sistema de justicia, de régimen político y electoral y para la legitimación del Tribunal Constitucional, a fin de que el país pueda conmemorar su bicentenario republicano como un verdadero Estado Democrático y Social de Derecho y no el remedo institucional en que se ha convertido. Confiemos -a pesar de como pinta el archipiélago parlamentario elegido-, que tan pronto se instale el nuevo Congreso los representantes de la Nación sean capaces de priorizar y aprobar una Agenda Perú que ponga por delante esas y otras reformas fundamentales que saquen al país del marasmo y la desconfianza en que se encuentra.
Por supuesto, hay algo más. Terminado el interregno parlamentario, el presidente del Consejo de Ministros deberá concurrir al hemiciclo a exponer ante el Congreso los actos realizados por el Ejecutivo durante los cuatro meses pasados, en especial sobre los sesenta Decretos de Urgencia (DU) promulgados y que serán objeto de control político por el Parlamento. Un pedido al Gobierno y en particular al controvertido premier: pretender en la sesión hacer cuestión de confianza en torno a los DU dictados como lo ha deslizado, es impertinente y hasta inconstitucional y esperamos que no se cometa ese error garrafal. En cuanto a los flamantes y variopintos legisladores, confiamos que se porten a la altura y no blandan censuras o promuevan conflictos por motivos sectarios, demagógicos o subalternos. Dios nos oiga. ¡Amén!
