Resultado VZLA

Pasó lo que estaba cantado en la elección presidencial de Venezuela: El candidato de la oposición democrática ganó por paliza en las ánforas, pero la maquinaria electoral oficialista del dictadorzuelo Maduro llevó a cabo un escandaloso fraude –un pucherazo en toda regla– a fin de intentar mantenerse en el poder.

Ya en los viciados comicios de 2013 este remedo de Hugo Chávez se salió con la suya gracias a la falta de liderazgo y coraje de Henrique Capriles, pero ahora, diez años después, la valentía y decisión de una mujer, María Corina Machado (MCM), junto con alrededor del 70 % del sufrido electorado venezolano, no están dispuestos a que la gavilla castro-chavista siga infectando el Palacio de Miraflores y hundiendo al país.

El desahucio de Maduro y su morralla no será fácil y ya viene costando decenas de vidas y centenas de detenidos debido a la criminal represión. Más, a diferencia del fraude del 2013, el actual es tan desvergonzado y grotesco que ha provocado el rechazo multitudinario de la población que ha llenado las calles y el reproche de la inmensa mayoría de la comunidad internacional demócrata que, o bien desconoce la reelección del Mandón chavista o bien exige al parcializado Consejo Nacional Electoral (CNE) la inmediata publicidad y certificación de la totalidad de las actas comiciales.

Cómo será de burda la proclamación del dictadorzuelo que, a más de una semana de realizadas las elecciones, el CNE es incapaz de exhibir las actas de marras, mientras el comando de campaña de la oposición ha colgado hace rato en la web las miles de actas que confirman su arrollador y legítimo triunfo.

Los dictadores caen vivos cuando la justa causa del pueblo los obliga y muertos cuando se atornillan suicidamente al sillón palaciego. Es cierto que Maduro cuenta todavía con el poder de la fuerza; con la camarilla y clientela corrupta y parásita que copa y medra del Estado por una década y con el soporte de algunos países aliados de la región y extra regionales. Repetimos que no será fácil librarse de este cáncer por lo que la causa que abandera MCM, respaldada por millones de venezolanos, requiere del apoyo decidido de la comunidad internacional democrática, empezando por el continente americano.

Ha sido frustrante el resultado de la reciente sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA en la que no se logró el acuerdo necesario, aunque, al menos, ningún representante votó en contra.

Habrá que insistir en esta búsqueda –bien por la posición solidaria y realista adoptada por la Cancillería peruana– y recurrir a todas las vías de negociación y consenso hasta que Venezuela vuelva a ser una República, parafraseando al gran nicaragüense Pedro Joaquín Chamorro, mártir de las libertades públicas.

Ah, y bien también por EEUU que, a pesar del bolondrón preelectoral en que se encuentra, ha recuperado el protagonismo, esperando solamente que, esta vez, no repita el error que cometió en el 2002 facilitando la consolidación del nefasto castro-chavismo que padece la Patria de Bolívar. ¡AMÉN!

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