¡Rendición de cuentas, ya!
Hallándose desesperadamente contra las cuerdas, el desgobierno inepto y corrupto de Castillo y su camarilla recurrió a la OEA invocando la Carta Democrática Interamericana y arguyendo falazmente que el orden y la institucionalidad democrática en el Perú están en riesgo por la acción “golpista” de la Fiscalía de la Nación y del Congreso. La componenda, muy bien urdida desde Torre Tagle y sus alfiles fuera al alimón con el cuestionado secretario general de la OEA, ha funcionado inicialmente y en corto plazo un “grupo de alto nivel” vendrá al país para analizar la situación e informar al Consejo Permanente de la Organización Americana.
Para no creerlo. La OEA incapaz hasta ahora de mover un dedo para tratar de evitar las atrocidades antidemocráticas que se perpetran en Nicaragua o Venezuela, pretende venir aquí para lanzar un salvavidas temporal al impresentable gobierno castillejo que arruina a la nación. Pongamos las cosas en su sitio.
Hace poco, se llevó a cabo en la capital un nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General de la OEA y estamos seguros que la gran mayoría de sus miembros se dio cuenta de la realidad peruana en la que el ineficaz Poder Legislativo ni el valiente Ministerio Público juegan al “golpe” o a alterar el orden constitucional sino que, por el contrario, recurriendo el primero a los legítimos procedimientos de control político y el segundo a la autonomía e independencia que ejerce acorde a la Constitución, procuran ponerle fin y procesar a las cabezas de un Poder Ejecutivo degenerado en organización criminal. Pero, por lo visto, los embustes de nuestra diplomacia en Washington han servido para esta próxima visita de cuya buena voluntad dudamos y que no cambiará la realidad ni la firme decisión de los demócratas peruanos de defender el Estado de Derecho hollado por este insufrible desgobierno.
Algo más. La mentirosa trama montada que produjo que la OEA resuelva “activar por aclamación” la Carta de marras, obedecería según los indicios, como una suerte de precario pararrayos frente a la “diplomática” advertencia del Tío Sam. En efecto, casi dos semanas antes, estuvo por Lima el secretario de Estado norteamericano, Anthony Blinken, quien enterado de la voluminosa y contundente denuncia fiscal por corrupción en contra del ocupante de Palacio le dijo que “la rendición de cuentas es vital para un sistema político democrático”. Más claro ni el agua potable. Ah, y por si acaso, este mensaje lo acaba de revelar oficialmente un portavoz de la Casa Blanca. Así que a no bajar la guardia que no estamos tan solos. ¡AMÉN!
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