Reflexión humano-animal

Ante tantos casos de violencia familiar, animal, acoso escolar o cualquier otro tipo de estas conductas, nos lleva a reflexionar el porqué de nuestro comportamiento.

¿Qué nos hicieron de niños o adultos para poder llegar a violentar a un ser? Después de haber revisado muchos estudios sobre violencia, me doy cuenta de que un gran porcentaje de violencia hacia personas y animales obedece al narcisismo o a la sociopatía, es decir, creamos una familia disfuncional, quizás en preferencia hacia un hijo y al otro lo disminuyó, también cabe la tesis de no ser aceptado por amigos, o por desear cosas que no puedes comprar por la falta de economía, claro, los estudios apuntan más a la crianza de niños en familia disfuncional, sin embargo es menester desarrollar todas las aristas.

Los padres que aun tienen niños en edad de crecimiento, deben procurar inculcarle el valor de la vida, el respeto al adulto mayor, y sobre todo enseñarles que las mascotas no son juguetes, sino que son parte de nuestra familia, de esta forma estamos haciendo propiciando la empatía del niño hacia el mundo externo, pero de nada sirve ello si en casa existe un padre tirano o una madre sobreprotectora, pues volvemos a la teoría de la familia disfuncional, y es que de allí naces muchas veces, los golpeadores de animales, violadores, asesinos, todos apuntando a sentirse superior frente al débil, porque esa mentalidad fue instigada por sus padres, es así como vemos en la vida diaria y noticias a nivel mundial, los maltratadores, o los que se aprovechan del amor de otras personas para entrar tan solo con el objetivo de lucro, y cuando este lucro es negado es donde crece el porcentajes de feminicidios, personas cobardes, solo fuertes frente al débil, es decir los famosos sociópatas. Sin embargo, esta conducta puede ser moderada si la misma persona en sus momentos de reflexión o lucidez se da cuenta que le esta ocasionando un daño innecesario a una persona o a un animal, y es que estos agresores pueden recibir terapia y medicación, ya que los trastornos de salud mental se han incrementado de una forma desmesurada después de pandemia. Si tenemos un amigo o familiar con las características mencionadas, ayudémoslo con orientación para que acuda a un profesional de la salud, hacerle entender que las personas que acuden al psiquiatra son porque quieren y desean estar bien y jamás burlarnos o desestimar su trastorno, pues ya entraríamos en el delito de discriminación. De esta forma las conductas agresivas disminuirán mediante el conocimiento y el aceptar estar enfermo de cualquier estado de ausencia de salud mental, ya que es un requisito grande estar cada día mejor, mantener la paz mental para vivir en armonía con nuestra familia, entorno social y esencialmente darles el lugar que les corresponde a los animales, respetando su vida y dignidad, incluyéndolo en nuestro núcleo familiar, es decir tenemos tarea: ¡REFLEXIONAR!

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