ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

¿Quién teme a Alice Weidel?

Imagen
Fecha Publicación: 13/01/2025 - 22:10
Escucha esta nota

No existe una nación con más complejo de culpa que Alemania. Razones no le faltan, por cierto, pero no es el único pueblo que, dirigido por caudillos populistas, ha propiciado guerras, hambrunas y genocidios. La historia nos recuerda a Atila, Genghis Khan, Solimán, Lenin, Stalin, Hideki Tojo y Pol Pot; pero ninguno ha generado tanta culpa como Hitler, constituyendo un factor importante en la política alemana. Solo así se explica que una política inteligente como Angela Merkel haya aprobado la descontrolada migración africana, mayoritariamente de grupos musulmanes imbuidos de una cultura contradictoria con los valores occidentales.
Lo que empezó con la fotografía en una playa turca del cadáver del niño sirio Alan se ha convertido en el parteaguas del futuro de Europa, pues los partidos tradicionales de centroderecha se adhirieron al dogma de la permisividad de la UE, perdiendo el favor de parte importante de sus electores por la increíble inseguridad que hoy campea en las calles de las ciudades alemanas. A ello sumemos los efectos de la “religión climática”, conjunto de políticas radicales que suponen la catástrofe mundial si no renunciamos al capitalismo y a la tecnología conocida, dogma que ha perjudicado a las familias de los trabajadores, desprovistos de calefacción en invierno y despojados de sus autos con motor de combustión, y a los jóvenes que no encuentran vivienda accesible ni puestos de trabajo dignos.
El sentimiento de culpa ha permitido que los partidos SPD y CDU no hayan perdido aún el control del régimen político, pero podríamos estar asistiendo al final de una etapa histórica.
Alice Weidel es la líder de la temida derecha alternativa alemana, candidata a Canciller Federal de la AfD y, a diferencia de sus anteriores dirigentes, no es una extremista, sino una verdadera fan de Margaret Thatcher. Con un doctorado en Economía, ha laborado en Goldman Sachs y expone ideas netamente liberales, referidas a reducir el gasto público e incentivar la inversión privada, y conservadoras en torno a expulsar a los migrantes que no asimilen la cultura occidental y negar el ingreso de la ideología de género en las escuelas. Ella se opone al matrimonio igualitario, pero es partidaria de la unión civil; de hecho, es lesbiana y vive con Sara Bossard y dos niños.
Es probable que Weidel gane las elecciones parlamentarias del domingo 23 de febrero, esto es, obtenga más escaños en el Bundestag que ningún otro partido, lo que normalmente le daría la primera opción para ser designada Canciller por el Presidente Federal. Pero, por efecto del antidemocrático ‘cinturón sanitario’, ningún partido querrá formar alianza gubernamental sumando sus escaños para otorgarle el voto de confianza. Sin poder reunir una mayoría absoluta, la designación del Presidente Federal recaería en el líder de la CDU, por lo que, en esencia, se mantendrían las mismas políticas que están conduciendo a Alemania a la decadencia.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.