Punto de quiebre
A estas alturas, la vieja tesis de las cuerdas separadas entre política y economía queda claro que es un fiasco. La principal variable económica, inversión se sigue viendo como un objetivo lejano, por la debilidad del gobierno de Dina Boluarte, lo que convierte en una tarea imposible la reactivación económica, por más esfuerzos que realice Alex Contreras el nuevo ministro de Economía. Sin confianza no hay inversión. Peor aún, si se viene observando que las revueltas en el sur son promovidas por “círculos castillistas”, alentados por una prensa alternativa regional servil que fungen como una caricatura siniestra de los “círculos bolivarianos”, creados por Hugo Chávez para perpetuarse en el poder de Venezuela.
El contexto externo tampoco ayuda mucho. La CEPAL pronostica que el crecimiento regional del PBI esperado en el 2023 será una tercera parte de lo esperado para el 2022, por “el agotamiento del rebote” postpandemia en el 2021, por las políticas monetarias restrictivas, limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto global debido a cinco amenazas: inflación, recesión, Ucrania, China y el cambio climático. De acuerdo a la CEPAL, de 33 países, el Perú ocupa el puesto 26 en crecimiento del PBI en el 2022 que será de 2.7%, por debajo del promedio de América del Sur (3.7%), del promedio de América Latina (3.6%) y del promedio de América Latina y el Caribe (3.7%). Para el 2023, la CEPAL proyecta que Perú crecerá 2.2%, ocupando el puesto 22 de 33. Avanzamos, pero, en los puestos de la cola.
En octubre, el crecimiento del PBI fue de 2.01% (INEI), lo que acumula un alza de la producción nacional de enero-octubre fue de 2.81%. Tarea difícil, no bajar de ese guarismo hacia fin de año.
Tendríamos que crecer 2.8% o más, en los meses de noviembre y diciembre. Los sectores primarios vienen creciendo a un ritmo anual de 2.7%, que se explica por los sectores: agropecuario (5.2%), minería (3.5%), que incluye cobre: 7.5%, oro: 5.2%, plata: -2.3%, pesca (1.9%), y manufactura primaria (2.1%).
Las protestas en el sur han derrumbado la campaña navideña y las fiestas de fin de año. Resignado, el ministro Contreras señaló que las protestas y paralizaciones generan “pérdidas entre S/ 60 y S/ 100 millones por día”, pero que esto “no incorpora los impactos por pérdidas ocasionadas por la infraestructura dañada, que debe tener una evaluación. El estimado central es S/ 80 millones” (14/12/22). Juan Carlos Odar de Phase, ha estimado el impacto de la paralización del sur del país en 0.15% del PBI diario. El ministro Contreras pidió al Congreso que apruebe “la exoneración del IGV a alimentos. Estamos hablando de S/ 5,000 millones, que si no se aprueba recaería sobre los hogares. El programa Impulso Myperú, de S/ 2,000 millones, que va a ayudar a la reactivación. El subsidio a la electricidad, al transporte, a la creación de empleo. El subsidio a la exploración minera. Si hay que apostar por algo,es en estas medidas” (14/12/22).
Paliativos que nos recuerdan que los responsables de esta debacle somos nosotros mismos, que decidimos volver a ser niños y soñar con Robin Hood, eligiendo a un maestro que ni siquiera sabía agarrar una tiza.
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