Primavera Poética

En estos días nuestra ciudad, Lima, se engalanó con la fiesta de la palabra. Finalizó el X Festival Internacional Primavera Poética: su magia hizo posible reunir a poetas de 10 países, permitiendo, además, estrechar abrazos de hermandad con poetas de distintas regiones de nuestro país y con todos quienes nos acompañaron en los distintos escenarios. Fueron cuatro intensos días que coronaron el esfuerzo de un grupo gestor liderado por el poeta Harold Alva. En los diferentes lugares donde se realizó el evento hubo participación masiva de ciudadanos que recibían el mensaje de los poetas invitados. La excepción, por llamarla así, fue el día jueves en la noche en la Sala Alcedo del Teatro Segura. Esa noche se daba inicio al proceso clasificatorio para el próximo mundial de fútbol.

Por lo que todas las miradas, atenciones y preocupaciones estaban centradas en el partido de fútbol entre nuestra selección y la de Paraguay. Sin embargo, los poetas, cual peregrinos solitarios, se reunían para un nuevo recital de gala: la sorpresa fue que en la sala había gente esperando el inicio del recital. La tercera campanada anunciaba el feliz inicio y las butacas vacías eran apenas anécdotas opacadas por los rostros que sonreían impactados por la lectura de una poesía que dejaba sentir su rostro humano en quienes habían optado por abandonar el fútbol y el sufrimiento en noventa minutos más el tiempo suplementario.

Es ahí donde se empodera la palabra, y aparece el aura de la poesía. Es que la poesía no es un deporte que se juega en tiempo reglamentario. La poesía no está preocupada por ser el deporte más popular. Es un deporte donde los goles o los puntos suceden lentamente y se celebran poquito a poco y, sin darse cuenta, uno empieza a celebrarlos y no deja de hacerlo nunca. Para la poesía no existe equipo contrario o rival. La poesía no se preocupa nunca por una victoria, porque la poesía en sí es la victoria cuyas huellas trascienden a la propia vida. Por eso, cuando se habla de poesía, se hace para celebrar la vida.

La Primavera Poética se desarrolla de manera ininterrumpida desde hace diez años y lleva como estandarte a la misma bandera, esa es la poesía. Esta se va alimentando en cada evento con versos que los poetas invitados generosamente nos entregan para que los disfrutemos siempre. Aquí y allá, a pesar de la crudeza de los inviernos o que corten todas las flores, no se podrá detener nunca el advenimiento de la primavera.

¡Gracias, poetas! ¡Gracias, poesía bendita!

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