Porque las deudas que matan nunca mueren
Veloz como un correcaminos, el economista Raúl Pérez Reyes, sin haber cumplido un mes como titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), nos ha endeudado con bonos (soberanos) por S/ 10,000 millones (5/6/25) y, además, ha lanzado una oferta para comprar al cash y/o cambiar bonos nuevos (OAD) a los bonos que venzan en el: 2026, 2028, 2029 y 2031. Ojo, con la emisión de bonos nuevos hay que tener la misma precaución que al pagar con la tarjeta de crédito: su abuso puede terminar “ahogándonos”.
Según el MEF (Proyecciones Macroeconómicas 2025-28), el saldo de la deuda pública cerrará el 2025 en aproximadamente S/ 383.5 miles de millones –MM– (US$ 100 MM), lo que equivale al 33.2 % del PBI, por lo que somos porcentualmente el país menos endeudado de la región, según cantan cual “Toribianitos” los exministros de Economía y el Consejo Fiscal.
En el siglo XXI, el sube y baja de la deuda pública ha estado signado por la política fiscal del gobierno de turno: Alejandro Toledo la rebajó de 48.2 % del PBI a 36.4 %, mientras que el segundo gobierno de Alan García, cumpliendo una penitencia financiera, la rebajó drásticamente a 21.8 % (S/ 97 MM), tasa que mantuvo Ollanta Humala.
Sin embargo, en el siguiente lustro 2016-21 se vivió un verdadero carnaval de bonos; entre Pedro Pablo Kuczynski (el rey del OAD), Martín Vizcarra (un tigre del bono con 9 % en su haber) y Francisco Sagasti (My name is Francis Bond, emitiendo bonos a 100 años), se elevó la deuda pública hasta 35.6 % (IT2021). Con Pedro Castillo (“menos pobres en un país de ricos”) se llevó esta deuda a 33.3 % del PBI; empero, su exministro Pedro Francke declaraba emocionado en Manhattan: “Hay bastante apetito entre los compradores por bonos” (24/9/21), y luego, nos endeudó con bonos por US$ 4,000 millones (28/10/21) y 1,000 millones de euros con el Bank of America, con vencimiento hasta el 2071; lo que prueba que a los “caviares” les fascina dejar cuentas a los tataranietos.
En el 2025, pagaremos la suma de S/ 27.4 MM con cargo a la deuda pública, que resulta nuestra cuarta prioridad presupuestal luego del MEF, Educación y Salud (que cuenta con S/ 30.3 MM). Pero, al ritmo que nacen las iniciativas de gasto del Congreso, como el reciente proyecto de ley de la congresista Flor Pablo, aprobado en primera votación, planteando el regreso de la “cédula viva” para los maestros, que equivalen a S/ 5,000 millones adicionales anuales (0.4 % del PBI), sin que el ministro Pérez Reyes se atreva a toser para sobrevivir en el cargo, no podremos ni imaginar a cuánto crecerá nuestro endeudamiento hasta que acabe la gestión de Boluarte.
En conclusión: ¿tenemos la deuda pública relativa más baja de LATAM? Sí. No obstante, en los últimos 14 años, irresponsablemente la hemos multiplicado por cuatro: de S/ 97 MM a S/ 384 MM. ¿Qué hicimos con esta “burrada” de plata?, se preguntaría cualquier familia si observa que su deuda se cuadriplica: obras faraónicas y compras sobrevaluadas, como por ejemplo: los bonos por US$ 4.3 MM para la Refinería de Talara o la compra de 38 millones de vacunas chinas a US$ 75 la dosis (1,000 yuanes por dos dosis), según señaló Liu Jingzhen, presidente de Sinopharm (El Comercio, 26/1/20), cuando el precio de la vacuna Pfizer era de US$ 12 por dosis (EC, 14/8/20).
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