Por los caminos del Señor
Hola… Es tiempo de vacaciones para nuestros alumnos y yo diría que son unas merecidas vacaciones, sin embargo, para los padres de familia puede ser un tiempo de reflexión que les ayude a definir qué herramientas necesitarán nuestros jóvenes dentro de 20 años y como se suele decir: «que la vida no los encuentre desarmados».
Un padre de familia vino al colegio a contarme que tenía un gran problema: «Mi hijo acaba de traerme las notas del colegio. Unas son maravillosas, como por ejemplo un 20 en dibujo y una de ellas es pésima, 04 en matemáticas.»Le pregunté qué iba a hacer, cómo manejaría esta situación. El padre de familia me contestó: «Lo tengo muy claro, inmediatamente le voy a poner un profesor particular de matemáticas». Yo le dije: «Me temo que usted está cometiendo un grave error. Lo que su hijo necesita más que un profesor de matemáticas, que no dudo que lo necesite, es tomar inmediatamente clases particulares de dibujo para desarrollar su talento».
No todos tenemos las mismas habilidades o capacidades y lo importante en la vida es tener en cuenta esta frase agustiniana, que quienes pasan por el colegio del Consuelo pueden leer en letras inmensas: CONÓCETE, ACÉPTATE… ¡SUPÉRATE!
Si la familia que conoce las fortalezas y debilidades de su hijo piensa en él y en su futuro, debería motivar y potenciar al máximo aquella capacidad que Dios le ha dado.
Es posible que a muchos de nosotros en realidad lo que más nos preocupe es el prestigio que tendrá nuestro hijo el día de mañana según la carrera que escoja y nos olvidemos que eso no es lo más importante. En esta historia, lo importante es que Dios le ha brindado a este niño el don del dibujo, por lo que a través de él algún día vamos a tener a un hombre feliz y contento con lo que hace, porque esa fue la fortaleza que Dios le dio para desarrollar a lo largo de su vida, primero en el conocimiento y después en la realización y la experiencia.
No debemos irnos por los extremos, en esta conversación no deberían existir extremos, es blanco o es negro, es de día o es de noche, en realidad lo importante en este caso son los matices, es decir, si este joven se decanta por el dibujo, hagámoslo grande en el dibujo, sin olvidar las matemáticas.
«En realidad no puedo enseñar nada a nadie, solo puedo hacerles pensar.» Sócrates.
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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