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Por los caminos del Señor

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Fecha Publicación: 07/10/2023 - 20:40
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Hola… Recuerdo que al cumplir 50 años saltó una pregunta que hasta el momento no había sido un problema en mi vida, sin embargo, en ese momento apareció de manera repetitiva este cuestionamiento: ¿He tomado el camino correcto en mi juventud para realizarme como ser humano en aquello que me hace feliz?

Muchas veces escuché que entre los 40 y 50 años, sobre todo en los hombres, solía darse en muchos una crisis en la que se preguntaban si mereció la pena o merecieron la pena los caminos escogidos en la adolescencia y si fueron los mejores.
Hoy quiero contarte una historia: Un día, un maestro y su discípulo salieron al campo. El discípulo comenzaba su vida y estaba muy preocupado porque no sabía cuál era el camino que debía escoger. En otras palabras, cuál era la razón de su vida y por lo tanto cuál era su misión en este mundo.

Estas preguntas similares hacía el discípulo al maestro, pero él le contestaba con su silencio. El discípulo insistía hasta que llegaron a un campo inmenso cubierto de trigo recién nacido. Todo el campo era verde, muy bonito y comenzaron a caminar a través de él. En un momento dado el maestro se detuvo y le preguntó al discípulo: ¿Qué llevas en el dedo de tu mano derecha? Él le respondió, es mi anillo. ¿Tú lo compraste? -le preguntó.

No, le dijo el discípulo, era de mi abuelo. Antes de morir se lo dio a mi padre y él murió hace un mes, me dijo: Tómalo y nunca te desprendas de él , siempre que lo veas sabrás que yo te estoy protegiendo. El maestro le preguntó: ¿Es lo que más quieres en esta vida? Él le contestó, creo que sí.

Déjamelo por favor, le dijo el maestro. El discípulo un poco asustado miró al maestro y este le dio la seguridad para dárselo. Cuando tuvo el anillo en su mano, lo lanzó con fuerza al medio del campo. El discípulo quedó de una pieza. El maestro le dijo: Si te interesa, ve a recogerlo. Y así lo hizo, caminó hasta encontrarlo.

Al regreso se lo dio al maestro y este con el anillo en la mano le dijo: “El camino que has recorrido, ha de ser el camino de tu vida. Que este te conduzca a lo que más quieres, en esto consiste la realización personal, saber lo que amas y dirigirte a lo amado para hacerlo realidad.
“No le digas a Dios cuan grandes son tus problemas, más bien dile a tus problemas cuan grande es tu Dios”.

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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