Por los caminos del Señor

Hola… Me encuentro en el Aeropuerto Internacional de Roma-Fiumicino, un lugar que conocí hace más de 40 años y que hoy me sorprende por su evolución. Este aeropuerto se ha transformado en uno de los más bellos que he visitado. Su belleza no solo radica en lo estético, sino en la funcionalidad de sus espacios y la modernidad de su diseño, a pesar de ser una estructura aparentemente sencilla.
Este viaje de peregrinación, del cual ya te he contado algunas experiencias, ha sido tan significativo que no quisiera olvidarlo, y mucho menos dejar de compartirlo contigo. Ahora, sentado en la sala de espera para tomar mi vuelo de regreso a Lima, rodeado de cientos de personas con destinos tan variados, reflexiono sobre los momentos vividos entre ayer miércoles y hoy jueves, mientras escribo estas líneas.
El miércoles comenzó muy temprano, alrededor de las 5:00 de la mañana. Mi grupo de peregrinos ya estaba a bordo del autobús que nos llevaría a la Plaza de San Pedro para la audiencia con el Santo Padre, el Papa Francisco. Aún era de noche, hacía mucho frío, el cielo estaba encapotado y el temor de todos era que lloviera en cualquier momento. Al llegar a la plaza, miles de personas de todas partes del mundo nos encontrábamos allí: largas colas, jóvenes entusiasmados cantando, el cielo amagando llover, y en todos nosotros la ilusión de saludar al Santo Padre en unas horas.
Los teléfonos modernos indican la hora y el lugar en que estás, si va a llover o si hace frío, y, por supuesto, la preocupación era que lloviera como lo hace en Roma. La cola avanzaba lentamente, pero me di con la sorpresa de encontrar que la silla que iba a ocupar con mi hermana estaba a escasos cinco metros del Papa Francisco.
Terminada la explicación del evangelio, que fue un breve texto de los Hechos de los Apóstoles, el Santo Padre habló en siete diferentes idiomas, saludando a los más de veinte mil peregrinos que ocupaban la Plaza de San Pedro. Terminada la audiencia, el Papa saludó a los obispos y cardenales, y finalmente llegó el momento más esperado: el Papa, en su silla de ruedas, fue pasando uno por uno, saludándonos y bendiciéndonos.
Como te mencioné al inicio de esta crónica, he vivido muchas experiencias en esta peregrinación, pero quise contarte “en caliente” lo vivido este miércoles tan especial. Miro hacia abajo y el espacio ya no existe, pero la oportunidad de seguir contándote este viaje la retomaré el próximo domingo, ya desde Lima.
“El Señor de los Milagros es nuestro CONSUELO”
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

Contáctanos en el canal de YouTube:
@PadrePablo

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.