Por los caminos del Señor
Hola…
La primera semana de febrero, todos los profesores del colegio Nuestra Señora del Consuelo iniciamos el año académico con jornadas de planificación. Estos días son sumamente importantes, pues, aunque contamos con un camino ya trazado, no somos ajenos a la novedad ni a la posibilidad de generar nuevas expectativas en el proceso educativo.
Este año, en el colegio, hemos colocado una foto de la fachada principal con un mensaje que dice: “Aquí comienza tu futuro: Te acompañaremos”. Al reflexionar sobre esta frase, me pregunto qué espacios deberíamos crear para que nuestros jóvenes puedan definir con mayor claridad su futuro.
A menudo escuchamos que “el futuro es incierto”, pero si hacemos la promesa de un futuro, dejamos de lado esa incertidumbre, porque nos comprometemos a generar espacios donde cada estudiante pueda descubrir sus sueños y aspiraciones y, con ello, orientar su vida.
Un proverbio africano dice: “El gato que sueña con ser un león deberá perder el apetito por las ratas”. Si nuestros jóvenes anhelan un proyecto de vida sólido, deben ser conscientes de que sus hábitos marcarán el camino. La grandeza exige renunciar a todo aquello que pueda desviar nuestra atención. No podemos permitir que las distracciones del mundo actual nos aparten de la verdadera majestuosidad de aquello que queremos ser.
Un joven con visión debe aprender a dejar de lado lo superfluo y enfrentar con valentía los desafíos que la vida le presente.
Sentado en mi oficina, que da hacia uno de los patios del colegio —actualmente en proceso de remodelación para que nuestros estudiantes pronto lo disfruten—, pienso en el nombre que hemos elegido para este parque: Cartago. Así se llamaba la ciudad donde San Agustín realizó sus estudios y, en parte, definió el rumbo de su vida hasta su conversión al cristianismo a los 33 años.
Esta elección nos recuerda que los años de estudio son un pilar fundamental para la construcción de nuestro futuro.
Volviendo al proverbio africano, reflexionemos: así como el pequeño gato que aspira a ser un león, la vida no debe desviarnos de nuestros sueños. Que nuestros jóvenes, con el apoyo de sus familias y del colegio, puedan un día sentir con convicción que, para ser grande, hay que pensar y actuar en grande.
“Un amigo es aquel que te conoce y, aun así, te ama”. —San Agustín.
Gracias por llegar hasta aquí.
Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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