Por los caminos del Señor

Hola… A veces hay reacciones humanas que nos sorprenden, en unos casos de forma positiva y en otra negativa. Creo que la verdad es circular y para conocerla es importante ver todas las aristas o lo que es lo mismo, nunca definir algo sin escuchar primero a los principales actores del hecho.

La historia de hoy sucedió con alumnos de la promoción de un colegio. El profesor les puso un examen de desarrollo con 10 preguntas. Comenzó la prueba y a la hora de corregir los exámenes, se dio cuenta de que había dos que tenían no solo las mismas respuestas, sino que además tenían la misma caligrafía, e incluso una o dos faltas de ortografía iguales.

A los dos días, el profesor llegó a la clase y les hizo las mismas preguntas por separado a los dos alumnos, tratando de descubrir quién se había copiado o en otras palabras, quién no sabía nada.
Con gran sorpresa, ambos alumnos contestaron perfectamente todas las preguntas. Qué pudo haber pasado, qué necesidad tuvieron de plagiar si ambos sabían las respuestas. Ante el asombro del profesor, uno de los dos alumnos dijo: “Profe, si usted quiere culpar a alguien, ese debo ser yo. Yo hice los dos exámenes”. ¿Qué pasó? preguntó el profesor. Sucede que, al ingresar al salón, vi a mi amigo llorar y comprendí que tenía un gran problema, aunque no me lo dijera. Ya en el examen, me di cuenta de que mi amigo no había contestado nada. Ante esto pensé ayudarlo y así lo hice, sabiendo que no era una buena decisión, pero mi amigo me estaba necesitando. El profesor se conmovió por el gesto noble de aquel alumno y conociendo la otra verdad, a ambos les puso una buena nota. No premiaba el plagio, sino la fuerza de la amistad.

A veces la realidad es muy diferente a lo que parece y es posible que detrás de un gesto negativo se pueda estar escondiendo buenas intenciones. Por ello, antes de juzgar vale siempre la pena investigar y descubrir qué hay realmente detrás.

Al inicio de esta conversación te comentaba cuán importante es en la vida buscar la verdad, siendo conscientes, un primer impulso puede llevarnos muchas veces a no ser objetivos y eso es muy peligroso.

“Sigamos luchando, nuestro Consuelo está cerca…No perdamos la fe”.
Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!
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