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Por los caminos del Señor

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Fecha Publicación: 07/05/2022 - 21:50
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Hola… El 19 de junio del año 2016, estaba celebrando misa en uno de los parques cercanos a mi parroquia. En esa época suele hacer un poquito de frío, sin embargo, al ser medio día, esa mañana resplandecía un tenue sol. Terminada la misa, una persona amiga me avisó que estaba en línea con mi hermana, quien vive en la ciudad de Vigo, en España. Me pasó el teléfono y al otro lado mi sobrina Patricia me dijo: “Tío, la abuela acaba de fallecer”. Mi reacción en ese momento fue paralizarme totalmente. Sentía que mi corazón se partía en pedazos y se desparramaba en todo mi ser. Estuve acompañado por personas que fueron coordinando para que en las siguientes horas yo pudiera viajar a España y estar con mi madre, antes de darle cristiana sepultura.

Posiblemente, quienes tenemos a nuestra madre en el Cielo, de una u otra manera tenemos muy grabados en la mente los momentos que fueron sucediéndose desde que la acompañamos a morir o quizá como en mi caso, a través del teléfono escuchar la dolorosa noticia. Soy consciente de que este momento es muy doloroso para muchos, porque la enfermedad de la covid-19 ni siquiera les permitió acompañar y despedir a su madre.

Es posible que a muchos de ustedes les haya sucedido algo similar a lo que voy a contar ahora. Este 19 de junio se cumplirán 6 años de su partida y frecuentemente me hago esta pregunta, si la última vez que hablé y la vi a ella por Skype, le dije que la quería. Hasta ahora tengo una duda. Muchas veces cuando tomaba el avión de regreso a Lima, en la puerta de mi casa nos despediamos y ese momento guardaba unas características muy peculiares: abrazos, miradas y lágrimas. Hoy es el Día de la Madre y quizás en el recorrido de quienes están leyendo puedan hacerse también esta pregunta, no solo hoy, sino si es usual decirle a mi mami que la quiero en mi vida.

Posiblemente hoy me digas por supuesto que sí, pero mañana y pasado o dentro de un mes, puede que haya en tu vida silencios peligrosos que como a mí y a muchos con los que he conversado, quienes me cuentan que a ellos también les pasa algo similar. En la vida es importante mirar hacia atrás, para no olvidarnos nunca de dónde venimos, es tan importante, como mirar hacia adelante a dónde vamos…

"Cuida de tu cuerpo como si fueras a vivir por siempre. Cuida de tu alma como si fueras a morir mañana". San Agustín.

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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