Por los caminos del Señor

Hola… Este domingo no podríamos poner otro titular que no sea éste: ¡CRISTO VIVE! ¡HA RESUCITADO!

El pasaje bíblico que leemos hoy en la Liturgia, nos cuenta cómo María Magdalena llega al sepulcro, ve que la piedra está removida, desde afuera mira y se da cuenta que ahí ha sucedido algo, no está el cuerpo de Jesús. Llora desconsolada, ve a una persona en el huerto, piensa que es un hortelano, se acerca a él y le dice: Buen hombre, si tú te has llevado el cuerpo de mi Señor, por favor dime dónde lo has puesto. Dicho hortelano no era otro que Jesús y María no se había dado cuenta, es ahí que Jesús le dice “María” y ella al escuchar la voz de su SEÑOR, sabe ya que no es un hortelano, sino que es Cristo Resucitado.

Es en ese momento cuando Jesús le pide a María que vaya inmediatamente a contar a los discípulos lo que acaba de ver: al RESUCITADO.

Corre a la ciudad, llega al cenáculo, se acerca donde está Pedro y Juan y con la emoción que embarga en su corazón les dice: Lo he visto, ¡HA RESUCITADO! Vayan a verlo.

Pedro y Juan salen de la ciudad y van al monte Calvario donde está el sepulcro, en un huerto que está muy cerca de donde Jesús fue crucificado. El primero en llegar es Juan que era más joven y se detiene, ve la piedra removida y espera que venga Pedro, entra, ve las vendas y el sudario, pero no está Jesús y dice el Evangelio: “Entró Juan vio y creyó”.

Este es el día de la Pascua, aquella fiesta judía que hasta hoy se celebra y donde los judíos recuerdan la liberación de la esclavitud hacia la libertad y por lo tanto la tierra prometida liderados por Moisés.

Hoy, los cristianos recordamos que hemos sido liberados de las ataduras de la muerte, para saber que éste no es el destino final del cristiano, ésta no dejará de ser sino una puerta que se abre para llegar a la plenitud de nuestras vidas en la eternidad junto a Dios.

Para mí es muy significativo que la primera persona en proclamar la Resurrección de Jesús fuera María Magdalena, algún día hablaremos de esta gran mujer.

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN para todos aquellos hombres y mujeres de corazones abiertos al amor y dispuestos a acoger a todos los seres humanos y a respetar sus distintos modos de pensar.

“Si no hay Viernes Santo en tu vida, no puede haber Domingo de Pascua”.

Gracias por llegar hasta aquí. Hasta la próxima semana. ¡Que Dios nos bendiga!

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