Polígrafo: investigación a jueces y fiscales
En el caso de los “Cuellos Blancos” son de escándalo los informes de “Panorama” sobre el pedido del fiscal supremo Pablo Sánchez al investigado Edwin Oviedo, entonces presidente de la FPF, de entradas para palco en los partidos de la Blanquirroja. Así como este hecho deshonroso hay más de mil y uno entre los muros de los edificios del Ministerio Público y del Poder Judicial, donde las autoridades hacen tabla rasa de sus funciones, de su ética y desempeño.
Ante ese tipo de casos de corrupción de funcionarios, concretamente en los actos de jueces y fiscales que optan por pasarse al lado oscuro, en el anterior Congreso de la República se aprobó en la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el predictamen del Proyecto de Ley 6045/2020-CR, en virtud del cual se propone modificar el Artículo III de la Ley 30916, Ley Orgánica de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), para permitir el uso del polígrafo en todos los casos donde un magistrado es investigado.
Lamentablemente, ese magnífico y urgente proyecto de ley, propuesto por la entonces parlamentaria María Teresa Cabrera, se ve hoy impedido de convertirse en norma legal debido al caos institucional generado por el presidente Castillo y la repercusión que tiene en otro poder del Estado, como el Legislativo, pues hasta ahora la iniciativa espera ser agendada en el Pleno.
Detrás del debate sobre el Proyecto de Ley 6045/2020-CR, está el hecho de que su autora señaló alguna vez que, cuando era jueza, denunció a un magistrado supremo que presidía el Poder Judicial, y lo invitó a hacerse ambos la prueba del polígrafo, pero este no aceptó. Al respecto existe el documento donde la doctora Cabrera le hace el pedido y la resolución donde el referido supremo se corre y no acepta.
La doctora Cabrera señala que hoy, como ejemplo en la lucha contra la corrupción y para promover la transparencia, los jueces y fiscales no deberían tener problemas en someterse al polígrafo, desarrollando así -con hechos- la ética pública y buscando que la mejor calidad de personas y los más idóneos lleguen a la magistratura. Además, en todo proceso las partes deben acreditar sus afirmaciones, pero no ocurre lo mismo en las investigaciones a jueces y fiscales. Estos funcionarios deberían pasar por la prueba del polígrafo a fin de acreditar sus asertos. De no hacerlo, se les estaría tratando de manera privilegiada.
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