Pesadilla elegida
Se escuchan los tacos sobre los empedrados huecos. Es una tropa que calla sus pasos. Rastrillan. El viento sopla sobre tu ventana aquella noche. La voz de un hombre resuena en los vidrios. “¡Abra la puerta!”. Corres por los pasadizos, escondes a tu familia, perfilas la fuga, pero estás encerrado. “Voté por él y ahora me quiere preso”.
Como en El proceso, de Kafka, arremeten de pronto una mañana y como Josef K. eres arrestado por una razón que desconoces. Caminas varios kilómetros al gulag, criminales, opositores y aristócratas se aglomeran en su infierno mientras lloran la revolución. Eres un esclavo en los campos de cultivo y te secas al sol mientras los tuyos se dispersan para siempre. China, miseria, la hambruna descomunal que mató a veinte millones, al tiempo del Gran Salto Adelante, de la comuna popular y de los errores de Mao, pero eres maoísta.
Hórridas imágenes de la Historia que antiguamente nos eran impuestas por la fuerza y que ahora podemos elegir a través de los votos. En el diccionario de la RAE “bruto” es necio. Y necio es ceporro, ignorante, palurdo, zote, tonto, bobo, estúpido, inepto, zoquete, zopenco, burro. No sé quién inventó lo de DBA y cuál es el fundamento para una definición que nada tiene de democrática y sí mucho de falaz. La repiten mucho los que votaron por Pedro Castillo y lo aplaudieron casi hasta las últimas, como si solo el golpe de Estado les hubiera abierto los ojos. Brutos.
Ser bruto no tiene relación con las ideas y con la mera opinión, sino con las decisiones dramáticamente cojudas. ¿Qué es ser cojudo? En Perú es “tonto y bobo”. La RAE dice, también se dice de un animal no castrado, cerdo no capado, o sea un semental. No viene el caso. Vladimir Cerrón, se debe haber reído mucho pensando en sus electores criollos, cojudos con propiedad privada, empleo, familia y seguridades que no dan para apostar al vacío de una revolución. Nos trae a la dedicatoria del libro emblemático de Sofocleto: “A mi abuelo, don José de Lama y Arizmedi, quien perdió los yacimientos de La Brea y Pariñas de puro Cojudo”.
Cojudos los que integraron el círculo de Stalin para ser progresivamente eliminados de las fotos. Así termina siendo la historia de quienes votan pésimo, como si cruzaran en balsas desde Miami a La Habana, tan cojudamente como trepar el muro alemán al revés.
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