Pelotera fiscal
Hace unas semanas escribimos sobre la decisión de la fiscal de la Nación de abrir investigación preliminar sobre la presunta responsabilidad penal del presidente Vizcarra derivada del repugnante “Caso Swing” y de reservar la actuación de las diligencias hasta el término de su mandato dada la prerrogativa de que goza conforme al artículo 117 de la Constitución. Nos pareció un acierto no obstante la crítica que generó. Ahora, por supuestos delitos cometidos durante su pasada gestión moqueguana, dos fiscalías inferiores, tomando distancia de lo resuelto por la Fiscalía de la Nación, pugnan por ejercer competencia en estas pesquisas y someterlo de inmediato a indagatoria a pesar de que solo puede ser acusado después del 28 de julio próximo. Es cierto que el Ministerio Público es una institución jerarquizada y que el criterio seguido por su máxima titular debiera marcar la pauta cuando se trata del Primer Mandatario, pero también es verdad que la autonomía e independencia funcional ampara a todos los fiscales, así que ambos siguen en sus trece en cuanto a la investigación.
Hoy por hoy, el Ministerio Público ayer una entidad muy respetada –salvo por el bochornoso decenio fujimontesinista- es ahora una merienda de negros –o de blancos para que nadie se ofenda- con una Junta de Fiscales Supremos dividida e inmanejable. Su respetable cabeza trata de encauzar las cosas mas no lo logra y, para remate, los dos órganos fiscales de marras se disputan la titularidad para citar como investigado al presidente Vizcarra cuando su jefa se abstiene de ello. Ante tal pandemónium, el Jefe de Estado ha oficiado a la fiscal de la Nación para que aclare “las dudas y contradicciones” originadas por las dos fiscalías de menor grado y como a la susodicha fiscal tampoco le corresponde dirimir la peliaguda competencia de acuerdo al procedimiento establecido, lo más probable es que este absurdo y vergonzoso enredo continúe crispando más el ambiente preelectoral. ¿Cuándo se restituirá el orden en el Ministerio Público? Chi lo sa. ¡AMÉN!
