Ojo con el quechua
El canal estatal de televisión, mayormente conocido como canal 7, del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú tiene un noticiero diario enteramente en idioma quechua. Esta es una excelente iniciativa de quienes dirigen dicho medio, porque se está pensando en nuestros hermanos quechuahablantes del Perú andino que tienen así una oportunidad de estar informados en su idioma con aquello que acontece en el país y en el extranjero. El canal tiene también, según sabemos, otro programa noticioso en lengua aimara para los nativos de dicho idioma.
El noticiero es ágil, variado y plural, con abundante información que, en mucho, está mejor seleccionado con criterio educativo que los noticieros de la televisión privada de señal abierta. No hay violencia ni sangre, en la medida que las noticias de carácter policial no son las que predominan en su programación, como sí están los acontecimientos que atañen a su quehacer social diario, como miembros de una comunidad nacional con múltiples problemas que enfrentar en los campos de la educación, salud, vivienda, seguridad, entre otros.
Es justo reconocer programas como éste que son inclusivos y están orientados para amplios sectores de nuestro país tradicionalmente ignorados, cuando no marginados por un discriminador sistema social y político fruto de nuestro centralismo histórico. Hace falta más iniciativas como ésta en los distintos sectores del estado. Somos de aquellos que viven convencidos que las políticas públicas deberían estar orientadas a incorporar de manera real y efectiva, dentro de sus metas y objetivos, a vastos sectores de nuestra población cuya lengua de origen sea el quechua, el aimara y otras lenguas nativas de nuestra multicultural y multiétnica realidad.
Hay esfuerzos aislados, también debemos reconocerlo, como en la Policía Nacional, el Poder Judicial, o el sector Educación, para citar algunos casos, por orientar sus esfuerzos a estos sectores quechuahablantes de la nación, pero no es suficiente. A este respecto el estado tiene que impulsar políticas públicas inclusivas más agresivas, integrales y permanentes pensando en estos sectores mayormente vulnerables y que requieren más atención. Recordemos que la lengua quechua es la más difundida en Sudamérica, después del español naturalmente. En el Perú nuestra población quechuahablante llega casi a cuatro millones de habitantes, según datos oficiales registrados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Las raíces culturales de nuestros pueblos del mundo andino son bastante fuertes y por ende su idioma. Esto debe quedar claro para quienes administran el poder y son responsables de la gestión pública. Los organismos del estado deberían pensar seriamente en producir políticas específicas pensadas en estos millones de peruanos que prefieren su lengua madre para comunicarse con el mundo exterior y no solo con otros miembros de sus propias comunidades. A este respecto tuvimos una experiencia inicial durante el gobierno militar del general Velasco, cuando se estableció al quechua como idioma oficial. Incluso el diario La Crónica de esos años, inició un período de ediciones en quechua que duró poco tiempo, hay que decirlo.
La población quechuahablante y su idioma madre han ido en aumento, como hemos podido advertir. Bien valdría la pena entender este fenómeno para generar políticas inclusivas desde el estado que sean transversales y permanentes, únicas formas de pervivir en el tiempo.
Juez Supremo