¡Nefasto! Triunfó la corrupción
El quehacer político se ha convertido en una competencia de mentiras y de control de las percepciones masivas. La supuesta confesión del prófugo Pacheco, la orden de detención del hombre-orquesta Villaverde y de los enriquecidos sobrinos de Castillo el día en que se discutió la moción de vacancia, es parte del patético circo de engaños en el que se ha convertido la política en el Perú. Es un juego de fariseos que han olvidado sus obligaciones constitucionales, un mercado donde se subastan los votos y se conoce de antemano a los ganadores. No en vano, Dante Aligheri reservó para los traidores el último círculo del infierno y los sumergió en un gran lago helado, aunque los Judas de la política saben bien que donde se pasa frío es fuera de las prebendas y privilegios del poder.
Pocos son los congresistas que han mantenido una línea firme y honesta respecto a la necesidad de vacar a Pedro Castillo. Destaco la coherencia, valor e inteligencia de Adriana Tudela y Patricia Chirinos. Muy frustrante que el futuro de 33 millones de peruanos esté en manos de 130 personas (la subrepresentación es evidente) que en su mayoría sirven a los intereses de una arcaica ideología, de un cacique que los mantiene en planilla o de un gran corrupto que pontifica luego de haberle hecho un inmenso daño al país, pues carga 200,000 fallecidos en su conciencia, aunque nada le importará.
Castillo que poco comprende de la seriedad del proceso de vacancia, se limitó a dar un discurso en el que nuevamente se victimizó, degradó las investigaciones periodísticas (desafortunadamente la democracia pierde voz en los constantes ataques a la prensa) y no reconoció un solo error. El temor de días anteriores se había disipado, ya todo estaba arreglado. Triste pero la democracia en el Perú se ha vuelto un camino largo, un simple anhelo que hoy está en más riesgo que nunca; una vez más han trapeado el piso con una de las instituciones que sirve para protegerla, la han degradado y han dejado al país en estado de indefensión. Paradójicamente, Castillo habría salido fortalecido.
Muchos piensan que la vacancia habría sido un suicidio, toda vez que el reacomodo de fuerzas habría entregado el poder en bandeja de plata a Dina Boluarte y los caviares.
De acuerdo, pero habríamos avanzado muchísimo. Perú Libre, de donde fue expulsada Boluarte y, especialmente Cerrón, le conocen todos sus dinámicos secretos y estoy segura que no dudarían en develarlos y apoyar su vacancia también.
Dicho esto, nuestra resiliencia extrema nos juega en contra. No podemos jactarnos que soportamos el sufrimiento y nos acomodamos a los tiempos difíciles. Es imperativo que mantengamos viva nuestra indignación. Si este gobierno no se va, acabaremos destruidos como país y más pobres que nunca. La calle tiene que activarse con fuerza y hacerse escuchar y, si es necesario que se vayan todos (según encuesta del IEP, 80% de los peruanos prefiere elecciones generales), pues que se vayan.
No quiero terminar sin expresar mi repudio a las penosas declaraciones del general Chiabra en entrevista en Hildebrandt en sus trece (25/03/2022) en el sentido de que el asesino Vladímir Putin es un gran líder. Olvida que líder es aquel que guía, construye y motiva con el poder de la razón y la inteligencia y no, con la fuerza de la violencia, el abuso y la criminalidad. No es líder quien tiene las manos manchadas de sangre. Esperemos que se rectifique.
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