Mundo de ayer
Muchos somos hijos o nietos del Estado velasquista. Velasco creó un régimen burocrático privilegiado (DL 20530). Entrar al Estado era fácil, un tema de vínculos o conversas. Nuestros padres o abuelos así se “bautizaron”. Muchos de quienes nacieron en 1974 hacia adelante, lo tendrían todo, más si los viejos trabajaban en una entidad pública con fondos de ahorro.
Qué sabría un niño o un joven de liberalismo si un sueldo estatal o una pensión paterna le permitía acceder a un buen colegio y a una universidad top. Los hijos del velasquismo no perdimos, ganamos desde la certeza del ingreso familiar y el buen seguro de salud. Nuestro sistema de vida fue el Estado, no habíamos escuchado de Friedman, Hayek, Mises o Rothbard. El liberalismo no sonaba.
Sin embargo, la vida y la razón entraron en conflicto luego con las lecturas de Mill, Smith y los austriacos. La propia posición entró en cuestionamiento con la conciencia crítica de uno mismo. La historia del siglo XX corre desde el aristocratismo excluyente del civilismo del 900 (Flores Galindo) al régimen estadocéntrico del velasquismo y luego a la modernización liberal de Fujimori, que se ganó enemigos acabando con la clase estatal velasquista y quebrando a Sendero.
Con esas, el siglo XXI no sería fácil, el Estado se volvería exigente y la competencia privada rigurosa. Entre la generación que frisa los 45-50, la prioridad ya no solo sería la universidad, sino una maestría y un doctorado…Ingresar al Estado sería un tema concursal y nunca más una conversa de la abuela para iniciar una carrera pública paterna, una que sumó décadas de una decorosa jubilación. Hoy la AFP es insuficiente y cuando ya no lo es, es porque te la “comiste”.
Desde 1991 hasta 2019 el Perú mantuvo un ritmo de crecimiento, con picos altísimos en el segundo gobierno de García (2006-2011). El régimen económico de la Constitución y una racionalidad económica liberal lo facilitó. La lógica de “funciona, mantenlo” se rompió cuando los outsiders rojos asomaron.
Algunos extrañan a Velasco, y hasta inspira películas. Para los culturosos debe ser rentable como lo fue para muchos en su infancia ochentera de confort. ¿Quién no quisiera el privilegio de la niñez? Yo no, porque Velasco retrasó al Perú, le heredó su carga de déficit a los 80 y trazó de rojo la estadística. La libertad es la única vía al desarrollo, lo más sagrado por lo que debemos luchar.
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