Mitos, leyendas y cuentos peruanos

En el 2008 se reeditó Mitos, leyendas y cuentos peruanos, originalmente publicado en 1947, con la edición de José María Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos. Se trata de un libro de narraciones breves de la costa, sierra y selva. En cada historia da a entender lo que sucede en un modo fantástico y a la vez natural. Lo importante de estas narraciones es el hecho de que están basadas en un testimonio oral que es llevado al plano escrito, para narrar lo sobrenatural, lo maravilloso y lo extraordinario que, por el contrario, resulta cotidiano para estas personas.

Dentro de las leyendas de la sierra, que son identificadas con fenómenos locales, encontramos una experiencia itineraria del hombre que hace época en su tiempo. Estas son narraciones breves que tienen un carácter explicativo; es decir, que, dentro de su historia, tiene como fin enseñar o mostrar algo que existe, que se puede observar, palpar, como, por ejemplo, mostrar por qué la laguna Yanacocha es de color oscuro, o el porqué de los huaicos en determinadas zonas como se relata en la leyenda de Huatuscalla y Ccaser. En esta misma historia se aprecia el carácter extraordinario cuando hay un diálogo entre los cerros, donde uno dice que le están hiriendo el corazón y el otro le aconseja que se desplome y que luego le entregue todas sus riquezas. De esta manera, esa forma de observar al mundo y su naturaleza, lo que lo hace fantástico. En gran medida, es una cosmovisión que data desde tiempos remotos, en donde se buscaba el origen de las cosas de manera natural y a la vez fantástica.

Por otro lado, debe precisarse que en las leyendas de la sierra se presenta un discurso andino, que es un discurso transcultural resultante de un grupo social conocedor de la cultura hispánica, cristianizado. En las narraciones es notoria la presencia de lo foráneo dentro de la cultura andina. Así, en sus leyendas se nota lo maravilloso y fantástico de la forma de ver la naturaleza, además de la presencia racional de lo foráneo que limita la imaginación andina, lo cual hace que tome el camino de la hibridez cultural. Sin embargo, esto no quita que se observe al mundo andino en su plenitud, la unión entre naturaleza y el hombre, y sus interrelaciones en busca de soluciones prácticas, sencillas a los problemas de la vida misma, como el inicio de las cosas o, simplemente, sus quehaceres cotidianos.

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