Ministro Serna y profesor Rodríguez
Desde el pasado 28 de diciembre, “Día de los Inocentes”, el Ministerio de Educación tiene un nuevo titular, el doctor Rosendo Leoncio Serna Román, a quien le deseamos los mayores éxitos. No obstante, a propósito de los “inocentes”, seguramente debería conocer el escandaloso caso de injusticia contra un profesor de Huánuco, Wilke Ferreol Rodríguez Espinoza, víctima de malos funcionarios de la Fiscalía de Huacaybamba (provincia de Huánuco).
Hay varias coincidencias en el contexto de este caso que se ciernen sobre los profesores Rosendo Serna Román y Wilke Rodríguez: el de pertenecer a la educación pública; el de haber sido especialistas pedagógicos; el de haber estado vinculados al SUTEP (Sindicato Unitario de los Trabajadores en la Educación del Perú); y el de pertenecer a la misma región: Huánuco. Cabe recordar que desde el 2019 hasta la semana pasada, el hoy titular del Minedu fue el director regional de Educación de Huánuco.
Sin embargo, para los profesores Serna Román y Rodríguez Espinoza, la suerte y el destino son absolutamente distintos, pues el docente Rodríguez es víctima del pésimo servicio de justicia del país, y tiene la fatalidad de ser acusado falsamente, sin pruebas, como lo ha denunciado su hija Diana Rodríguez. Así, Wilke es un ciudadano maltratado por el pésimo servicio público de la Fiscalía desde el año 2013 hasta el presente. Empero, si la solidaridad existiera realmente, este es el momento en que los líderes docentes deberían interesarse en la inocencia de Wilke Rodríguez.
Pese a la indiferencia de nuestra sociedad, nunca es tarde para solidarizarse y evidenciar la mala fe, las malas prácticas, la arbitrariedad y el incumplimiento de protocolos del Ministerio Público, y sobre todo cuando el ministro Rosendo Serna es también hombre formado en derecho, frente a lo cual en el caso del profesor Rodríguez se han violentado sus derechos humanos más elementales.
Del mismo modo el actual ministro Serna tiene un doctorado en psicología educacional y le sería fácil evidenciar cómo el personal de psicología del Instituto de Medicina Legal de Huánuco se comportó como un elefante dentro de una cristalería en el caso del profesor Rodríguez, por lo que corresponde una sanción a los funcionarios de la Fiscalía de Huánuco que contribuyeron con sus acciones u omisiones a materializar una pesadilla no solo para un profesor honorable, sino también para su familia que no tiene por qué seguir pagando los horrores fiscales.
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