Ministerio Público bajo ataque

La desesperación de Pedro Castillo y su gabinete felón pasaron a materializar descarados actos de intimidación, represalia y de vulgar venganza contra la doctora Patricia Benavides, fiscal de la Nación, y contra el principal oficial del equipo especial de la Policía que llegó a Palacio de Gobierno para aprehender a la cuñadísima Yenifer Paredes.

Es necesario precisar ante la comunidad internacional que el gobernante de turno de Perú está seriamente involucrado en actos de corrupción que merecen ser esclarecidos en sede de la administración de justicia, sobre todo cuando hay abundante evidencia que compromete al actual presidente en la perpetración de graves delitos junto a su entorno familiar más cercano, a su círculo amical de la salita de Sarratea, a su exsecretario general de Palacio y a varios de sus exministros y ministros.

En el colmo de la desfachatez, hace apenas unos días la ciudadana Yenifer amenazó a la Policía enrostrándole que pronto llegarían los destaques y cambios de colocación en dicha institución, amén de que -por otro lado- el presidente del Consejo de Ministros mantiene su verborrea contra del Ministerio Público, entidad que en este momento merece el respaldo de la ciudadanía decente de la nación porque ya no aguanta más que los destinos de la patria estén en medio de corruptos e incompetentes.

No hace mucho, en el 2016, sostuvimos, ante el escándalo de Odebrecht y el colapso de la clase política, ante la crisis de valores en el empresariado constructor peruano y de cara a los partidos políticos convertidos en clubes electorales y vientres de alquiler, que las instituciones más llamadas a luchar contra la corrupción y a elevarse como referente de honestidad debía de ser la Fiscalía de la Nación.

Lamentablemente el poder “rojicaviar”, entronizado en el Estado, sea en la versión del vizcarrato o de la chalinita Sagasti, sólo buscó que el Ministerio Público se mantuviera obediente al poder de turno y que no diera la talla ni con Pablo Sánchez ni con Zoraida Ávalos. Pero hoy que el país tiene la oportunidad de contar con una Fiscalía potente y prestigiosa, si se deja trabajar a la doctora Benavides para que le siga dando legitimidad y prestigio a su institución, no debemos permitir el ataque ni el amedrentamiento orquestado por Palacio de Gobierno y sus esbirros, todo lo cual rechazamos como también debemos rechazar que se la denuncie constitucionalmente por parte de los congresistas gobiernistas.

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