Mentecato desacato
La Junta Nacional de Justicia, la instancia responsable de nombrar y destituir jueces y fiscales, el mismo órgano que en mayo de 2024 destituyó a Patricia Benavides, ahora ha ordenado se le restituya reconociendo que en el proceso se produjeron una serie de atropellos y que su destitución fue absolutamente arbitraria porque recortaron su derecho a la defensa e impusieron la participación de la Dra. Inés Tello, que, al estar inhabilitada, ya no era miembro de la JNJ.
Desde el día que la JNJ dictaminó la reincorporación de la señora Benavides como fiscal suprema y la reposición de sus funciones como fiscal de la Nación, hemos sido testigos de cómo la Constitución y las leyes son interpretadas antojadizamente por la cúpula que actualmente lidera el Ministerio Público.
La Dra. Delia Espinoza, en vez de respetar el fallo de la JNJ, viene desacatando la resolución, aferrándose indebidamente en el cargo, recurriendo a argucias legales para no reconocer la validez de la votación y victimizándose dice que al cesarla se estaría perpetrando un golpe a la democracia.
Es evidente que la Dra. Espinoza tiene el “desinteresado” respaldo de los caviares que se han atrincherado junto a ella y en vigilia ruegan a todos sus santos que no los desamparen para no perder el poder recuperado desde que lograron destituir a Patricia Benavides. Lo que realmente pretendería esta facción, al interior del Ministerio Público, es ganar tiempo para que Patricia Benavides no asuma como fiscal de la Nación ya que el 1 de julio, si no se le reponen los meses que estuvo suspendida en sus funciones, se cumplirían los tres años de su mandato y volvería, pero solo como fiscal suprema.
Al momento de escribir esta columna, la JNJ había ordenado a la Dra. Espinoza el inmediato cumplimiento de la resolución reponiendo en el cargo de fiscal de la Nación a la señora Patricia Benavides. En el caso que la Dra. Espinoza no depusiera su actitud, solicitaría el uso de la fuerza pública. En este proceso dilatorio, un juzgado ha aceptado una desesperada acción de amparo presentada por Espinoza para permanecer en el cargo, el que se comenzaría a resolver recién en agosto.
Lamentablemente, esta pugna por mantener el control del Ministerio Público pone en evidencia, una vez más, que vivimos en tierra de nadie, donde cualquiera puede hacer lo que le venga en gana sin ser sancionado con la severidad que se merece. Si queremos salir adelante, uno de los grandes retos que tenemos es restablecer con firmeza el respeto al principio de autoridad. Si los que deberían enseñarnos con el ejemplo a respetar y cumplir las normas, reglamentos y leyes no lo hacen, será muy difícil comenzar a cambiar.
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