Mejores decisiones

El jueves 16, mientras la selección de futbol caía derrotada en Bolivia tras una desastrosa presentación, en Urubamba, Cusco, concluía con éxito la 61 Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE 2023), foro de suma importancia que reúne a los más graneado del empresariado peruano con representantes de las diferentes áreas del Estado a fin de intercambiar ideas para sacar adelante a nuestro querido Perú.

El lema de este CADE “Volver a creer, volver a crecer” es consecuencia sin lugar a dudas del desastroso gobierno de Pedro Castillo, no solo en lo político sino también en lo ético, su norte fue asaltar el erario nacional tal como se desprende de las diferentes carpetas fiscales abiertas por varios delitos que lo han llevado con sus huesos al penal de Barbadillo.

“Volver a creer, volver a crecer”, ha inspirado a los participantes que en cada una de sus intervenciones han llegado a establecer la importancia de la inversión privada, (lo fue siempre) la misma que se debe dar bajo la figura de obras por impuestos y asociaciones publicas privadas, sin perjuicio de la iniciativa que se tiene para arriesgar el propio capital, debiendo destacar la declaración del presidente del 61 CADE, Juan Fernando Correa, quien ha manifestado “de la existencia de 140 empresas que no habían hecho obras por impuestos y que ahora se encuentran interesadas en sumarse a los proyectos”, lo cual dice mucho de la confianza que debe primar entre estado y capital para que las obras fluyan sin problema alguna creando, sin lugar a dudas, más puestos de trabajo que irá eliminando paulatinamente la pobreza que agobia a muchos de nuestros compatriotas y logrando que la bendita recesión no sea el motor de una economía desastrosa.

Es menester destacar la participación del Primer Ministro que ha informado sobre la Privatización de Petroperú, para así poner fin a una empresa del estado que no da fuego, todo lo contrario, se ha convertido en un ente paquidérmico que solo genera perdidas las que tienen que ser cubiertas con nuestros impuestos, claro esta que la privatización tiene que darse dentro de parámetros en que el Estado no salga perdiendo, de lo contrario será más de lo mismo.

También ofreció dar facilidades, dentro del margen de la ley, en todas las tramitaciones en el sector público desapareciendo las temidas barreras burocráticas que lo único que provocan es hacer perder tiempo al administrado.

Un tema que no puede pasar desapercibido en lo referido a la seguridad ciudadana, la delincuencia ha desbordado a la policía, lo cual inclusive provoco la censura del ministro Vicente Romero. Todos reclamaban acción de su despacho contra la delincuencia que, cada día, se le escapaba de las manos. Y ocurrió lo que era un rumor sotto voce en el congreso de la República. Los congresistas lograron, finalmente, censurar al ministro con 75 votos a favor, 28 en contra y 14 abstenciones.

El presidente del congreso, Alejandro Soto, cumplió con notificar a la presidenta Dina Boluarte la determinación del parlamento. El oficio cursado a la mandataria señala que el titular del Interior demostró “su incapacidad de liderazgo e idoneidad para el ejercicio del cargo”, tal y como se indicó en una de las mociones presentadas para pedir la censura. La jefa de Estado deberá cumplir con lo establecido en el artículo 132 de la Constitución Política del Perú que, a la letra, señala en uno de sus párrafos:

“El Consejo de Ministros, o el ministro censurado debe renunciar. El Presidente de la República acepta la dimisión dentro de las setenta y dos horas siguientes”. La posición que adoptó la bancada de Fuerza Popular fue, como en otros casos, determinante para obtener la censura. Recordemos que esta bancada, que es la primera minoría en el parlamento, acostumbra a votar en bloque y de manera unitaria sea en un sentido u otro. Finalmente y a manera de desfogue deportivo, ¿podrá el Congreso censurar a Juan Reynoso para que renuncié, y así volver a creer?

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