Más Estado nunca es la solución

Con un nombre pretencioso y con objetivos casi incumplibles por su amplitud, se ha creado la Autoridad Multisectorial para Combatir la Minería Ilegal y los Delitos Conexos y Promover el Desarrollo Socioeconómico de las Regiones Afectadas – AMCOMI. Sin el ánimo de ser cínica, estas entidades pomposas no sirven para nada, solo para dar trabajo a los amigos y consumir dinero público. Textualmente, se señala que su objetivo es la articulación intergubernamental de las entidades del Estado para combatir la minería ilegal y promover el desarrollo económico de las regiones afectadas. ¿Y, los ministros están pintados? ¿No tienen capacidad para coordinar por sí mismos? Que asuman su responsabilidad el MININTER y el MINDEF y no se escondan tras mayor burocracia.
Como bien mencionó el excanciller alemán Willy Brandt: “Tanto mercado como sea posible. Tanto Estado como sea necesario”. Sin embargo, este gobierno solo ha promovido su crecimiento, hay una gran irresponsabilidad en el gasto. El pliego de remuneraciones se sigue incrementando frente a los ingresos que se mantienen estables o se reducen y estas partidas no son flexibles. El gasto corriente ha crecido, en términos reales, 30% durante los últimos cinco años –la fiesta comenzó con Vizcarra– frente al 13% destinado a inversión pública.
Esta situación no es sostenible, más aún si hay un incumplimiento reiterado de las reglas fiscales, cuya trascendencia es subestimada por las autoridades del gobierno. Me pregunto: ¿por qué José Arista sigue al mando del MEF si ha demostrado clara incompetencia? La única respuesta es que es servil a Boluarte. Ella está cómoda con el “ministro del dinero”, que le cumple todos sus caprichos, siendo el mayor la sobrevivencia de Petroperú o mantener toda la estructura de prefectos o subprefectos, costosa e inútil, cuya única virtud a sus ojos, serán los valiosos servicios prestados en favor de su hermano Nicanor.
Este gobierno ni siquiera ha podido capitalizar los mayores precios de los metales. La inversión minera ha caído 17%, respecto del año anterior y se prevé que en el 2025 sea aún menor. No le echemos la culpa a la inestabilidad preelectoral, eso es facilismo. La realidad es que aún no se concluye con la implementación de la Ventanilla Única Digital, con lo cual los trámites siguen siendo complicados e impredecibles y, tampoco se ha tenido la valentía de eliminar la Licencia Social para las actividades de exploración, no solo porque son unos pésimos gestores sino porque le tienen miedo a la Izquierda, a la prensa y a la gente.
Marisa Glave y Jose de Echave han interpuesto una demanda para solicitar la nulidad de las autorizaciones concedidas por el ANA y el MINEM al proyecto minero Ariana, sobre la base que su operación constituiría una amenaza al acceso de agua potable en Lima y Callao. Que se exija la adopción de todas las medidas correctivas y de mitigación pero que no se permita la cancelación del proyecto. Sentaría un pésimo precedente. Sin embargo, estos abanderados de la ideología anti extractivista, que tanto daño le ha hecho a nuestro país, no han dicho palabra contra la minería ilegal –que contamina exponencialmente agua, aire, tierra y destruye vidas humanas–, ni contra los recientes ataques en Pataz, o las fosas comunes. El doble rasero de siempre.
En el Perú no hay vocación de renuncia, no solo porque la mayoría de los funcionarios públicos carecen de toda dignidad, sino porque piensan que un puesto que no exige rendición de cuentas, es como sacarse la lotería; salivan por un fajín. Desafortunadamente, tampoco hay sanción por ser un pésimo gestor, a pesar del grave impacto en la ciudadanía y, en política no hay muertos, aunque terminen tras las rejas. Antauro o Lula son el mejor ejemplo, guardando las distancias.

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