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Mandato de arraigo desproporcionado

Fecha Publicación: 03/03/2020 - 21:30
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A raíz de los borrones sobre la Prisión Preventiva (PP) recibimos comentarios a favor y en contra. En verdad, más de lo último bajo la percepción no de que esta medida sea ilegítima o innecesaria procesalmente sino porque se viene aplicando de manera excesiva para “detener arbitrariamente, empezar a investigar y luego, lo que es peor, ni siquiera formalizar la acusación fiscal dentro de un plazo razonable”. La estadística alimenta la polémica aunque, en nuestra opinión, no deslegitima esta indispensable medida de coerción más sí pone en el ojo de la tormenta la capacidad o idoneidad de no pocos magistrados que la imponen.

Si ya es pan diario la discusión sobre la PP contra los investigados, lo que acaba de ocurrir con un extranjero calienta más las cosas. Como es público, desde hace varios días ingresó al país un ciudadano chileno para prestar su declaración en la carpeta fiscal abierta por las operaciones de las compañías Westfield y First Capital y que involucra al ex presidente PPK. Semanas antes, el juez del caso desestimó la PP en su contra y dispuso, en cambio, medidas restrictivas que asegurasen su comparecencia en Lima. El susodicho ciudadano arribó oportunamente y aguardó la fecha de la citación para encontrarse que, debido a la “carga procesal” del Equipo Fiscal Especial “Lava Jato”, no sería interrogado en el día señalado. Empero, sorpresivamente, el Equipo aprovechó para solicitar y obtener de otro juez y para indagatoria diferente que se le imponga al citado extranjero la medida de impedimento de salida del país porque es un “testigo importante” para las pesquisas que se siguen al mismo PPK por el caso de la Interoceánica Sur. Dicho en cristiano: el extranjero viajó voluntariamente para una diligencia distinta –que ya se cumplió- y termina arraigado en estos lares para otra cosa por dos meses y sin siquiera ser parte o haber sido mínimamente notificado en la causa. Por supuesto, la medida de coerción ha sido apelada y veremos cómo acaba el entuerto.

No obstante los méritos y resultados que tiene la labor anticorrupción del Equipo “Lava Jato”, creemos que esta insólita actuación huele feo y que el arraigo judicial así ordenado es abusivo. Un conocido semanario ha deslizado que el desaguisado podría apuntar a tentar “forzar” la declaración testimonial o una delación contra el ex mandatario. Si así fuere, ya sería el colmo. ¡AMÉN!