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Manchay y el caos institucional

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Fecha Publicación: 26/06/2021 - 19:30
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Buenos vecinos y gente de paz, residente en Manchay, claman ante las redacciones a fin de que el Estado peruano no los abandone a merced de los traficantes de terrenos, y en vista del desgobierno municipal que reina en el distrito de Pachacamac. Aunque suene duro para aquellas víctimas de esa clase de corrupción, y con las disculpas del caso, lo cierto es que todo el Perú se está convirtiendo en un gigantesco Manchay.

Esto es consecuencia del sello caótico de Vizcarra impuesto a su paso por el poder, y de la actual administración de Sagasti, que es su continuidad. Escenario que se agrava con municipalidades donde el secretismo y el silencio son la norma, donde los mensajes no son respondidos, donde los teléfonos de sus páginas oficiales no son los reales y donde los correos electrónicos de sus empleados de comunicaciones rebotan cuando se les pide información o entrevistas.

Estamos ante la mala fe de la empleocracia, frente a ministros insensibles, viceministros que cargan con su recua de favoritos para ganar asesorías y facilitarles contrataciones a sus “carnales”, creyéndose intocables y procediendo con maña profesional porque ya antes “trabajaron” con Toledo, luego con Humala, y sobrevivieron bien aceitados con Vizcarra, o hasta el día de hoy con Sagasti. Todos esos no ven nada de lo que pasa en el país y se creen seres superiores a los ciudadanos de a pie.

Esa es la política caviar, donde las ONG de izquierda mandan, ponen la agenda nacional y conviven con los traficantes de tierras, haciendo de las suyas o moviéndose como Pedro en su casa por distritos sureños como el de Pachacamac, circunscripciones donde no hay liderazgo municipal, donde los vecinos denuncian y nadie les hace caso ni en la Policía ni en la Fiscalía.

Precisamente, desde el régimen de Toledo hasta la fecha, en paralelo al incremento del tráfico de tierras, los caviares edificaron sus lotes campestres o sus casas de playa hacia el sur de Lima, y esto seguramente se agravará si desde el JNE se facilita el camino a la consigna “plurinacional”, el estatismo y totalitarismo marxista-leninista. Así, con el “socialismo bolivariano”, el tráfico de terrenos aumentará hasta la estratósfera, en medio del caos institucional. Pero si todavía queda algo de dignidad entre los funcionarios públicos, y se respeta la seguridad jurídica, hagan lo que tienen que hacer por el bien del Perú. Empiecen por Manchay.

@RafaelRomeroVas