Libertad en las alturas

Según Juan Carlos Tafur, Rafael Belaunde Llosa (Libertad Popular) está conquistando el sur. Quizás la semántica correcta es que viene convenciendo en territorios que para algunos son “de izquierda”. “Pueblo por pueblo” como su abuelo. El peregrinaje lo viene llevando a fusionar sentimientos en las alturas andinas con un discurso liberal popular antisistema.
Es un economista liberal que apuesta por lo que llama “economía popular de mercado”, un capitalismo desde la base, contra una economía excluyente. Es el caso de la minería informal o artesanal, desprovista hoy de un régimen legal que la incorpore en la estructura productiva. Belaunde Llosa con propuestas puntuales, en Chala capturó el entusiasmo de los mineros artesanales, esos que la izquierda quiere para sí y que Bellido, allí mismo en Chala, los miraba como bolsón electoral.
El columnista Iván Arenas acierta cuando dice que el académico que intenta descifrar el comportamiento electoral casi siempre parte del criterio de que existirían bolsones de ciudadanos preconstituidos ideológicamente. Señala que no hay un electorado de derecha, izquierda o centro. Puno tiene capitalismo, pero vota contra el establishment y no por la izquierda per se. Podría votar a Antauro como a PPK. Invierten, planean y viven como conservadores, rige el machismo, la mano dura y las tradiciones patriarcales, que no las entendería el progresismo. Puno no es Canadá.
El antiestablishment gana la sierra. En 2011 Humala se hizo de la sierra centro/ sur contra Keiko Fujimori. En 2021 Castillo barrió la sierra. Humala y Castillo ganaron lo mismo en la sierra, siempre contra el establihment. Keiko Fujimori (Perfil Electoral, JNE) ganó la mayoría de votos en las provincias donde Avanza País, Podemos Perú y Alianza para el Progreso ganaron en primera vuelta de 2021. El “antikeiko” creado por el progresismo y la izquierda ganó con PPK en el sur en 2016. En 2021, el 70% de las votaciones nulas de la primera vuelta se transfirieron a Castillo en la segunda. El alpinchismo “anti”, podría poner a Antauro en Palacio.
El escenario favorece a todo extremista: ceguera y limeñismo de la derecha, escaso conocimiento de sociología electoral. En esas franjas andinas, Belaunde Llosa ha logrado prender el entusiasmo con un discurso anti statu quo sin ser izquierda y sí emprendedurista por liberal. 2026 es peligroso porque algunos quieren capitalizar el liderazgo de Castillo, hasta lloverán las promesas de indulto y habrá una decena de Bukeles que nos hagan temer lo peor.

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