Lejos del país y la realidad
Estaba cantado. Tan previsible que no había ninguna duda que la señora Eliane Karp alzaría vuelo a Israel, país del que será difícil lograr su repatriación al Perú para que responda por el caso Ecoteva en el que está comprendida por el presunto delito de lavado de activos, junto con su esposo el expresidente Alejandro Toledo, quien se encuentra en el penal de Barbadillo sólo por el caso de la Interoceánica.
Las autoridades que tenían en sus manos el caso de la señora Karp, tendrán que dar alguna explicación al país. Queremos saber qué ocurrió para que esta huida se produzca como se comentaba sotto voce. Qué medidas preventivas se adoptaron o se omitieron.
La ex primera dama tiene cuentas pendientes con la justicia peruana. En las condiciones actuales se hace aún más difícil que ella responda de la sospecha que obra en su contra. Israel tiene una larga tradición de proteger a sus connacionales frente a pedidos de extradición.
Elian tiene pasaporte israelí y se halla protegida por el país de su origen familiar. La Fiscalía buscará su extradición apelando sólo al principio de reciprocidad, situación, en realidad, remota. Su fuga, como dijimos, estaba cantada desde el 24 de abril pasado, cuando el juez Thomas Hixson, en EEUU, le devolvió a la ex primera dama sus pasaportes peruano, israelí y belga, que se los había retenido, junto al de su esposo Alejandro Toledo, más la caución de $1’000,000.00.
La salida de la señora Karp desde San Francisco con destino a Tel Aviv fue de lo más tranquilo, puesto que nunca existió impedimento legal para hacerlo. Esta fuga fue, en realidad, la segundo que hizo para huir de la justicia peruana. La primera fue el 2017, cuando se fue, aquella vez, desde Lima hacia los Estados Unidos, donde permaneció hasta hace unos días.
El caso Ecoteva no fue prioridad para las autoridades peruanas, tanto que nuestra Cancillería, según una investigación periodística, se viera precisada de pedir, nuevamente, la documentación sobre el caso Ecoteva, luego que su similar de EEUU solicitara la información actualizada, después que el gobierno norteamericano autorizara expatriar a Toledo.
Por otra parte, otro hecho ha concitado la atención de la opinión pública. Se trata del persistente interés del expresidente Martín Vizcarra de inscribir su propio partido político, con él en la presidencia, no obstante estar inhabilitado por diez años por el Congreso de la República. Lo insólito de esto es que Vizcarra pareciera no estar enterado de su situación, puesto que su activismo político se produce dentro de una inquietante normalidad, como si nada hubiese ocurrido con él.
Su empeño mereció una rápida reacción de ciudadanos que no dudaron en solicitar la tacha de la inscripción de su partido, a lo que el exmandatario respondió, ofendido, a través de sus redes sociales.
“La tacha contra la inscripción de nuestro partido Perú Primero es firmada por un periodista de la filosofía Willax, un político aprista obsoleto, un empresario minero deudor con aspiración presidencial, entre otros. Tienen miedo a una nueva opción democrática que represente el verdadero sentir de la ciudadanía”, publicó, con total desparpajo, en su cuenta de Twitter.
El pedido en contra de la inscripción formal del partido de Vizcarra fue firmado por más de 50 ciudadanos de diversas vertientes ideológicas y profesionales animados, todos ellos, de que las normas y las leyes, en el país, se cumplan, quienquiera sea el protagonista; más aún, como en este caso, en que el promotor de una inscripción política haya sido inhabilitado para participar en cualquier acto público y de gobierno por el Congreso de la República. Así las cosas, el JNE tendrá la última y definitiva palabra. Un saludo fraterno a todas las madres del Perú.
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