La tradición no justifica crueldad
Declarar la constitucionalidad de las corridas de toros y sector gallístico es una acción que pinta de color gris al prefacio de proyecto de sentencia ante la decisión del Tribunal Constitucional, nos inclina a un análisis de dispositivos legales que muchos constitucionalistas o personajes que tienen espacios dedicados a la tauromaquia defienden, ya que las corridas de toros representan una entrada de dinero millonaria que obviamente eliminaría lucrar con animales y que los taurinos describen como desempleo.
ANÁLISIS LEGAL: Los artículos dos y décimo séptimo de la CPP indican que los actos de cultura no pueden ser vulnerados por ser derecho constitucional, sin embargo dentro de la historia de la humanidad han existido cosas legales como la esclavitud -que eran tradición y allí es donde radica la evolución: no hay ciencia sin derecho, derecho sin ética y no hay bienestar sin evolución–, en su defecto seguiríamos aplicando la Constitución Política del Perú de 1823 con la tendencia liberal de José Bernardo de Tagle. Nuestra CPP vigente -1993- establece en su artículo 68 que el Estado está obligado a promover la conservación de la diversidad, es cierto que no especifica la corrida de toros pero tampoco tipifica la protección al bienestar animal; sin embargo, a la fecha ya contamos con la Ley 30407( Ley de Protección Animal) y con la incorporación en el Código Penal que penaliza los actos de crueldad contra los animales, así como proyectos de ley como por ejemplo donde se sustenta que los animales sean sujetos de derecho, muchos ciudadanos no entienden este precepto; sin embargo, países como Alemania, Suiza y Portugal ya reformaron en su Código Civil el igualitarismo en todas las especies, es decir existe jurisprudencia respecto al tema, incluso en la propia tauromaquia, Cataluña y Barcelona, provincias de España, ya eliminaron esta práctica siendo España autor intelectual por tradición y nosotros una nefasta copia barata.
ANÁLISIS CIENTÍFICO: Los animales tienen sistema nervioso central, desde la época de los pensadores como Charles Darwin, quien aseguró la teoría evolutiva, se supo sobre la sintiencia animal, él logró mediante investigaciones colocar en la misma escala al humano con las demás criaturas del planeta. Todos somos animales, lo que difiere es el grado de dependencia. El toro de lidia no nace para ser TORTURADO Y ASESINADO para recreación del ojo público, el perro siente igual que el toro, cerdo o gato, nadie nace agresivo, pues la agresividad se adquiere en la sociedad no en el ADN; por tanto, decir no al maltrato animal pero que se cuiden las prácticas para la tauromaquia es un vacío legal cerebral en cualquier colegiado que lo sustente y una burla a la administración de justicia; sin embargo, es menester que para entender en general que un animal sufre como un ser humano es vital conocer el significado de SINTIENCIA -neologismo que describe que los animales humanos y no humanos somos capaces de sentir alegría, dolor y sufrimiento-, lo sugiere también el FBI, el cual indica que existe una correlación entre conductas terroristas, agresivas que van de la mano con la crueldad animal, la diferencia radica en la forma de expresar el dolor mediante la comunicación verbal o de señales.
ANÁLISIS PSICOLÓGICO: Derramar sangre de un animal por diversión jamás será ético y cultural, más aún en presencia de un menor de edad, siempre será un acto involutivo, un espectáculo violento, pues el Comité de Derechos del Niño de ONU ha recomendado que los niños no deben presenciar estos actos, esperamos que la evolución del Estado de derecho gane la batalla de una sociedad organizada que lo único que busca es el cese a la violencia e igualdad de derechos.
