La sigla lo delata
Si ya más de dos docenas de Partidos inscritos describe el sombrío panorama político de desunión y la negativa proliferación de tantas cabezas de ratón que, de acuerdo a las encuestas, apenas parecen menos que una cola de león ante la descreída ciudadanía, lo que acaba de resolver el Pleno del JNE escudándose en una sustentación meramente formalista no hace otra cosa que agravar el patético paisaje de las organizaciones políticas en el Perú.
La madre del cordero es la Resolución Nro. 0223-2023-JNE recientemente publicada –curiosamente sin la firma de su impresentable Presidente– por la que el máximo Tribunal electoral declara infundada la razonable tacha contra la inscripción de la denominada “Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros”, cuya sigla es “A.N.T.A.U.R.O” y que, claramente por sí sola, delata el origen y naturaleza antidemocrática de la susodicha organización partidaria.
La insólita Resolución de marras, deliberadamente formalista pero ciega y torpe para ocultar la realidad, da luz verde al engendro promovido por Antauro Humala, quien acompañó a su hermano Ollanta en el rocambolesco “alzamiento” de Locumba amnistiado de modo ingenuo en el año 2000, para en el 2005 encabezar el sangriento Andahuaylazo que costó la vida a cuatro policías y por lo que fue condenado y recluido en prisión hasta hace año y medio. Para el JNE, este delincuente, dizque rehabilitado, al solo figurar como afiliado y no fundador o dirigente del partido “A.N.T.A.U.R.O” no vicia la inscripción del mismo y como el Estatuto e Ideario de éste adhiere a principios “patrióticos”, “nacionalistas” y de “defensa de los derechos humanos” y no a la afiebrada doctrina etnonacionalista, etnocacerista, fascista y racista que verdaderamente profesa el sujeto y seguidores, pues procede su legalización y a otra cosa mariposa. Ah, y para pretender curarse en salud, la Resolución citada nos recuerda que de incurrir algún partido en prácticas antidemocráticas, el/la Fiscal de la Nación y el Defensor del Pueblo pueden solicitar judicialmente su ilegalización. Toda una burla sangrienta.
La inscripción del aberrante “A.N.T.A.U.R.O” constituye un fraude de ley y una soga alrededor del cuello del cada vez más frágil Estado Democrático y Constitucional que sobrevive en el país. ¿Seguiremos siendo una Democracia tan boba y suicida? ¡AMÉN!
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.