La retórica y la autocrítica

Dentro de los muchos libros de filosofía que pasaron por nuestras manos en la universidad (o fuera de ella), hay algunos a los que debemos volver. Diálogos de Platón es uno de ellos. Se trata de un texto compuesto por un conjunto de diálogos sobre diferentes temas donde aparecen personajes como Sócrates, Parménides y Giorgias. Precisamente, en el diálogo titulado 'Giorgias o la retórica', Platón hace una explicación sobre el arte del discurso que es importante tomar en cuenta ahora.

Luego de señalar algunos aspectos preliminares sobre la retórica, Platón señala lo siguiente: “¿Y la retórica que se ejerce ante el pueblo ateniense y ante los pueblos de las ciudades de hombres libres? ¿Qué decimos que es? ¿Te parece que los oradores hablan siempre mirando a lo que es mejor, apuntando a que los ciudadanos alcancen el grado máximo de perfección posible gracias a sus discursos? ¿O que también ellos se mueven tratando de agradar a los ciudadanos, y que, en aras del propio bien particular despreciando el bien común, tratan al pueblo como a un niño, tratando únicamente de agradarles, sin preocuparse en absoluto de si por ello se harán mejores o peores?”.

Para aclararlo, Platón parte de su maestro, Sócrates, quien señala que el verdadero objetivo de la retórica es el acto de acusarse a sí mismo y de acusar a los demás, fielmente a la verdad, sean sus parientes o amigos. A partir de ello, este arte debe promover el justo castigo de todos, incluso de aquellos a quien se ama, como un remedio soberano que cure las enfermedades del alma. Es una tarea difícil, es cierto. Ante eso, Platón remarca lo siguiente: “Hay que evitar toda adulación, tanto de uno mismo, como de los demás, de los pocos y los muchos; y la retórica –y toda otra actividad– ha de ser empleada siempre para la justicia”.

En suma, acusarse a sí mismo, fiel a la verdad, es una máxima que entra siempre y en cualquier contexto, sobre todo, ahora. A la población debería esperar escuchar no solo lo bueno, sino también lo malo y lo feo. La referencia de Sócrates a la autocrítica es necesaria en todos los escenarios que podamos imaginarnos. En nuestro caso, por ejemplo, los políticos, esos supuestos líderes también se equivocan, es cierto, pero es mucho más plausible cuando aceptan los errores, los enmiendan y los proyectan para mejorar las acciones en la sociedad. Lamentablemente, eso parece ser una utopía.

 Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.