La psiquiatría en el Perú
Desde hace poco más de un siglo la moderna psiquiatría ha sentado sus reales en el Perú. Sería inimaginable sin la presencia pionera de Hermilio Valdizán, a quien el Perú contemporáneo rinde homenaje a través de un instituto que lleva su nombre en Lima y de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco. Nuestro autor imaginó una psiquiatría que tuviese en cuenta los valores nacionales, que fuese nuestra, sin desdeñar lo foráneo occidental. El segundo psiquiatra renombrado es, sin duda, Honorio Delgado a quien le debemos la introducción de la visión psicoanalítica de Sigmund Freud en 1916 a través de su tesis. Delgado mantuvo correspondencia con Freud y fue uno de los peruanos que propuso la candidatura del maestro austriaco al premio Nobel en 1925. Este pensó que Delgado, quien sabía muy bien el alemán, fuese el traductor de sus obras al español. Un tiempo más tarde, sin dejar de reconocer los méritos del psicoanálisis Delgado se acercó a la psiquiatría fenomenológica de Karl Jaspers, quien entre otras obras se interesó en la relación entre genio artístico y la locura, al estudiar al dramaturgo Strindberg, al poeta Hörderlin, al pintor Van Goh y al místico Swedenborg.
El tercer maestro inolvidable de la psiquiatría peruana es Carlos Alberto Seguín, quien siendo un allegado al psicoanálisis, ayudó al viaje y la formación de los primeros psicoanalistas peruanos en Inglaterra, Max Hernández, Saúl Peña y Carlos Crisanto. Seguín ha escrito páginas inolvidables sobre la relación entre analista y paciente que se leen, pasados los años, como recién escritas. Otro maestro inolvidable es Humberto Rotondo Grimaldi, maestro sanmarquino, quien incidió sobre las condiciones sociales del paciente que influyen poderosamente sobre su análisis. Este panorama estaría incompleto sin mencionar a Javier Mariátegui, maestro sanmarquino y herediano a quien debemos el acercamiento definitivo entre las universidades San Marcos y Cayetano Heredia.
La psiquiatría peruana tiene como fundamento la necesidad de prevenir la salud mental de la población como fundamento para que la sociedad avance en sus objetivos. Esa es una de las más importantes conclusiones del Congreso de Psiquiatría que acaba de realizarse. Me es muy grato citar los nombres de Renato Alarcón, Alfonso Mendoza, Max Hernández y Ruth Shady, por sus penetrantes intervenciones.
Situar la psiquiatría como algo indispensable para el reconocimiento de lo que llamamos peruanidad, sirve también para reconocer a peruanos universales a lo largo del tiempo, como César Vallejo, José María Arguedas, José Carlos Mariátegui que pertenecen tanto a la cultura occidental como a la originaria de estas tierras a lo largo de los siglos.
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