La prevención de la inseguridad en los centros educativos

La seguridad ciudadana, como ya se ha dicho, se concibe como un fenómeno social complejo, multidimensional y multicausal, en el que intervienen sector público, privado, la sociedad civil organizada y ciudadanos; por lo que, para resolver este problema, se requiere también el diseño de políticas públicas de carácter integral con la perspectiva de corto, mediano y largo plazo que incluya la prevención de la violencia y el delito, el control y la persecución del delito, la rehabilitación y reinserción social, y la atención a las víctimas.
El control de la violencia ha desbordado la capacidad operativa de las instituciones, por lo que, además de las acciones reactivas que la situación actual amerita, no se deben dejar de lado las actividades de prevención que en el mediano y largo plazo contribuirán a la solución y que ya no será el principal problema que percibe la población. En estas actividades es necesaria la inclusión de todos los actores de la sociedad para sensibilizar a la población de la importancia de su participación para lograr la paz y tranquilidad que permita el desarrollo económico del país y que trae consigo la mejora en la atención de sus necesidades.
Una de las medidas de prevención es la participación de los psicólogos en los centros educativos para la prevención de la violencia en cualquiera de sus formas y generar las condiciones para mejorar el aprendizaje y la convivencia escolar. Las aulas deberían ser un espacio seguro donde las niñas, niños y adolescentes puedan desarrollarse libres de toda violencia.
El rol del psicólogo en las escuelas es poner al estudiante en el centro del proceso educativo y analizar las condiciones necesarias para incentivar las mejores posibilidades del desarrollo cognitivo y emocional de las niñas, niños y adolescentes.
La Ley 31902 que modifica la ley 29719 declara de necesidad la designación de, por lo menos, un profesional de psicología en cada institución educativa, encargado de la prevención y el tratamiento de los casos de acoso y la violencia entre los alumnos y cuya implementación se realiza en forma progresiva de acuerdo a disponibilidad presupuestal.
La intervención en los centros educativos es de tal importancia, porque podríamos estar evitando la formación de futuros delincuentes que, lamentablemente a las causas tradicionales, hay que agregarle el contenido de las redes sociales a las que los niños y adolescentes tienen acceso sin límites y que podrían se influenciados o tomar como modelo a seguir a delincuentes que libremente exponen su accionar y distorsionar su visión de la vida y participación en la sociedad.
Si bien la ley declara de necesidad contar con un profesional de psicología, esto está sujeto a disponibilidad presupuestal, es decir, no hay prioridad en la implementación de la ley. Ante la carencia de la participación de los centros educativos en la orientación y vigilancia del aspecto emocional de los niños y adolescentes, el papel de los padres de familia juega un rol fundamental para promover los valores y una cultura cívica respetuosa de la ley y formar mejores ciudadanos del mañana.

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