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La loca

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Fecha Publicación: 25/05/2020 - 20:30
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A nadie podrás apreciar como a la “loca de la casa”, esa que no conoce límites y te conduce por donde quieres. Estás encerrado por ley o porque tu salud entra en condición de riesgo; como fuera te espanta más lo que hay afuera que adentro.

Sin embargo, recuerdas el restaurante, el césped que tocabas con los pies o el paseo a solas. La felicidad es lo que pasa mientras no te das cuenta. Miras tu techo ahora, la loca te asiste, te cuelga en sus alas y te lleva más lejos de aquel lugar al que la realidad puede llevarte. La loca no tiene límites, la loca es la imaginación. Cierra los ojos. Cierra los ojos. Respira lento, retén, exhala. Hazlo unas tantas veces más, vuelas lejos y estás al lado de tu madre. Al borde de su cama clínica. Extiendes tu mano y sientes la suya, cálida, trémula. Miras sus ojos que te contemplan con amor. ¿No que no eras libre? Si tu percepción llega a ser tan vívida sin moverte de casa, libre eres y volador.

¿Qué has querido hacer que no has hecho? Sigue los mismos pasos, aquieta al mono rumiador. Las calles de París, la ópera, el vehículo enamorador, el lugarcito frente al mar, la gran vista al campo o la alegría de quien recibe de tus manos un obsequio… pero está tan lejos que solo te queda ver por los ojos de la amable loca. El cerebro es tan sumiso a la imaginación que todas las conexiones neuronales actuarán como si la experiencia de tu mente hubiera sido la experiencia real. ¿Has escuchado de campeones que entrenaban con la imaginación y obtenían mejoras en su desempeño? No es mito.

La loca de la casa también te sabe consolar, quizás no seas Camus, pero escribas “La peste” o en cada situación de terror sean las letras y las historias que narres las que te amparen cuando la realidad no te dé para tanto. Del miedo o el dolor nacieron grandes creaciones. Imaginar es construir en esa pequeña casa que es tu vida, un balcón, un jardín interior y exterior, una sala más grande y hasta una azotea con mejoras que sirven al paisaje. Y así la vida no se salva de su pequeñez, la loca tiene la magia de regalarte el paisaje, el azul cielo y el mar. Allí la tienes, es para mí, pero es universal.