La incógnita de Trump
Las encuestas previas a las elecciones daban como ganadora a la candidata del partido Demócrata, Kamala Harris, actual vicepresidenta de los Estados Unidos. Sin embargo, los resultados le fueron adversos. Ganó Donald Trump, candidato republicano y exmandatario de la nación más poderosa del mundo. Fue entonces cuando la incertidumbre se apoderó de políticos y politólogos, quienes se preguntaron cuál será la política externa que caracterice a este líder de ademanes hoscos y de hablar directo y sin eufemismos. ¿De qué manera esta elección repercutirá en las economías y países del mundo, especialmente en América Latina? fue la interrogante que empezó a preocupar a hombres y mujeres de distintas latitudes y ocupaciones.
El retorno de Trump a la Casa Blanca generó reacciones entre expertos internacionalistas, politólogos, políticos, e intelectuales de posiciones encontradas, pero todos ellos coincidentes en considerar que los ejes principales del nuevo gobierno del presidente electo girarán en torno a la economía, la inmigración y la relación con China, teniendo en cuenta la expansión de mercados y el empoderamiento de este país en América Latina. Quizás esto último sea la mayor preocupación actual de quienes compartirán responsabilidades de gobierno con el flamante presidente y ver de qué manera esos temas tendrán efectos a corto o mediano plazo en los países de esta parte del continente, entre ellos el Perú.
Si bien es cierto que durante el primer mandato de Trump América Latina no ocupó un lugar protagónico en su agenda de gobierno, las condiciones han variado sustantivamente en estos últimos años frente a una potencia como China, que se expande y va creando polos de desarrollo con grandes inversiones en infraestructura y tecnología en países como el nuestro, que está pronto a inaugurar el más moderno megaporto del Pacífico, en Chancay.
El presidente electo se mostró también, durante su campaña, partidario de endurecer las normas que impidan el ingreso de inmigrantes al país del norte y evitar su permanencia en él, hecho que tendrá un fuerte contenido social que podría dañar a miles de compatriotas que pudieran estar en situación irregular y, consecuentemente, en peligro de ser expulsados.
Trump demostró tener, en esta oportunidad, gran olfato político para captar los temas de interés general y ponerlos en su agenda de campaña. Prometió abordar los problemas más álgidos para la población, como la migración y la inflación, por ejemplo. Y al repetir que esos serían los temas que ocuparían su mayor dedicación, fue generando un discurso empático con millones de electores víctimas de esa realidad. Fue entonces cuando empezó a captar adhesiones no solo de los blancos afectados por la inflación generada en el gobierno saliente, sino también de las poblaciones negras y de millones de migrantes provenientes de numerosos países del mundo, entre ellos los latinos, que no son poca cosa.
Dicen quienes lo conocen que Trump es un personaje impredecible, pero sumamente pragmático. “Sabemos que Trump es un líder temperamental. Debemos ver si todas las personalidades relevantes (que lo respaldan) podrán colaborar con él o si habrá choques y despidos”, declaró a la prensa Francesco Tucci, académico de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
Por otra parte, hay quienes consideran que “la victoria de Donald Trump en Estados Unidos vaticina un enfoque intensificado para contrarrestar la influencia económica y política de China en América Latina”, por lo que Tucci considera que Estados Unidos “querrá estar más presente no solo en Perú, sino en general en toda América Latina, con una finalidad principal que es la de contener la penetración china que ya se ha dado desde hace tiempo”.
En lo que tiene que ver con nosotros, directamente, la pregunta que surge luego del triunfo de Trump es si va a respetar el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con nuestro país o tratará de imponer sus aranceles o, en su defecto, propondrá negociar un nuevo TLC con los aranceles que desea considerar. Habrá que esperar para salir de dudas.
Para el exministro de Economía, Luis Miguel Castilla, Trump “más que un gobierno republicano, es un gobierno basado en una oferta proteccionista, mirando hacia adentro y que propicia cierta desglobalización a través de un incremento de aranceles que acaba encareciendo el comercio y siendo inflacionario”, precisó Castilla a la prensa. Esta es la parte preocupante que, con el paso de los días, veremos cómo se desarrolla, puesto que esta posición “es perjudicial para países como el Perú, que dependen del crecimiento global y que este crecimiento mantenga una demanda por los productos que exportamos, especialmente las materias primas”.
A su vez, Carlos Casas, profesor principal e investigador de la Universidad del Pacífico, refirió: “Si se desata una guerra comercial entre Estados Unidos y China, eso va a tener repercusiones mundiales porque la actividad económica se ralentiza. Si China responde de la misma manera, podría significar disminuir el crecimiento a nivel mundial de nuestros dos principales socios comerciales”.
El retorno de Trump trae consigo estas y otras interrogantes que esperemos no sean negativas para nuestro desarrollo y no afecten nuestras exportaciones. Veremos.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.