La enfermedad holandesa aterrizó en el Perú

¿Hemos sufrido el contagio de la enfermedad holandesa? Es la pregunta, que si bien no tiene relación directa con la salubridad, es recurrente en los predios industriales, porque la caída del precio del dólar se asocia con la salud económica. Tanto así que la revista The Economist bautizó como “The Dutch Disease” (26/11/1977) al efecto que causó en el reino de los Países Bajos el descubrimiento del yacimiento de gas natural en el mar del Norte (1959): el ingreso masivo de divisas ocasionó que el florín neerlandés se fortalezca (bajó el tipo de cambio), abaratando las importaciones que competían con el sector agropecuario e industrial y encareciendo el resto de las exportaciones flamencas.
En cuanto al Perú, las exportaciones peruanas —sobre todo las mineras, que equivalen al 63 % del total, dentro de las cuales el cobre y el oro superarían los US$ 50 000 millones gracias a la trepada de los precios internacionales— se han multiplicado por ocho y trece en el siglo XXI, respectivamente. Vienen experimentando un rutilante despegue a partir del año 2000 (US$ 6 951 millones), elevándose 11 veces hasta el 2024 (US$ 76 172 millones); período en el cual la exportación no tradicional, por ejemplo de: textiles, químicos, siderometalúrgicos, joyería y metalmecánicos, ha disminuido su participación porcentual en la suma a la mitad.
En tanto que otro suculento filón de divisas que ingresa sin prisa pero sin pausa son los US$ 5 000 millones de transferencias anuales del sudor peruano en el extranjero y el narcotráfico, que es otro tanto.
Germán Alarco, actual director del BCR, en el 2010 diagnosticaba:
“…En el 2009 se observó una contracción mayor en las exportaciones no tradicionales respecto de las tradicionales, donde la apreciación del sol pudo jugar algún papel… sin embargo, es claro que toda la sintomatología de la enfermedad holandesa está presente en la economía nacional. Los mayores niveles de inversión en el sector de exportación tradicional respecto del no tradicional… la apreciación de la moneda nacional son las piezas centrales… enfermedad que es más silenciosa que otros cuadros críticos asociados a un choque negativo de la oferta, la caída de los precios internacionales y la aceleración de la inflación. Se asemeja más a una implosión que a una explosión… Las mayores regalías, garantizando una rentabilidad razonable al productor… elevan los costos y gastos de las empresas, incrementando el tipo de cambio mínimo y reduciendo las diferencias respecto de los otros sectores exportadores. Si estas se asocian directamente a los precios internacionales y a los volúmenes extraídos, pueden ser un mecanismo no solo para mejorar la participación del Estado en los recursos que corresponden a la Nación…” (Exportaciones, tipo de cambio y enfermedad holandesa: el caso peruano. 2010).
La receta está clara: mayores regalías al cobre y al oro.
Asimismo, el Premio Nobel Paul Krugman, durante una visita al Perú, en nuestra “cara pelada”, advirtió que la economía peruana sufre de la “enfermedad holandesa”, al estar dominada por los recursos naturales, poseer una moneda fuerte y tener una industria manufacturera no muy competitiva. Recomendó que el país “se preocupe más por tener una economía productiva y por aumentar la calidad de su educación, en lugar de darle un valor agregado a sus productos, dado que su prioridad no tiene por qué ser convertirse en un país industrial manufacturero” (The Westin Lima Hotel, 20/3/14).
El debate está planteado.

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