‘Kukín’: Más allá del fútbol

Aquella tarde, mientras esperábamos a nuestra adorada hija salir del colegio, al programa del finado Dr. Fernando Maestre entró la sorpresiva llamada de un adolescente quien entrecortado le dijo al psicoanalista: “Doctor, discúlpeme, me llamo José, tengo 14 años y la verdad mi padre se ha marchado de la casa y yo lo extraño mucho, lloro todas las noches anhelando su presencia…”.

Era como un grito en el silencio la franqueza de tan tierno ser, como una daga incrustándose lentamente en los oídos de la audiencia, con una impotencia y expectativa mayor por saber la respuesta del referido buen especialista. La misma que hoy, ante la partida de Carlos ‘Kukín’ Flores otorgamos para tomar conciencia de una triste realidad que debemos superar.

“Amigos todos, querido José, debemos ser conscientes que hoy en día, por diversas circunstancias, la familia ya no es el racimo de uvas que era antes…”, dijo Maestre aludiendo la responsabilidad a todos los estamentos que deben velar por el mantenimiento, cuidado y proyección de aquella célula básica social que es la familia.

Por eso ahora, compartiendo criterios de las redes sociales, nuestro reconocimiento a ‘Kukín’ va más allá de las canchas, de sus equipos; de la vida disipada o goles olímpicos que logró. Porque ‘Kukín’ sufrió el abandono de ambos padres, dejándolo a él y a sus 11 hermanos -a la edad de 5 años- sin casa, si protección, sin presencia paternal.

La falta de padres en la sociedad peruana es tan común, el abandono es tan frecuente y cruel, ignorando quizás que roba sueños, sustrae propósitos. Necesitamos padres que crean en nuestras ilusiones infantiles, padres que nos preparen para jugar el verdadero partido; y cuando suene el pitazo final, saber que dejamos todo en el juego de la vida, con esa felicidad que también corresponde, no con esa frustración que encierra, no con esa desgracia que mata.

Grande usted ‘Kukín’. Lo llevamos en el alma.